Sam Peckinpah pedía en 1974 la cabeza de Alfredo García. Casi 40 años después, todo el mundo solicita la de otro apellido tan español como Sánchez, de don José Antonio, el director general de Telemadrid. Todos los diputados de la Asamblea de Madrid que no son del PP la piden, como los sindicatos de la cadena, los trabajadores a los que el salvaje ERE mandó a la calle y hasta buena parte de los que todavía le tienen que rendir pleitesía en sus instalaciones.
Pocas semanas puede uno tener tan nefastas en su vida como la que ha tenido en ésta el tal Sánchez. Primero tuvo que comparecer en un juzgado madrileño, donde tiene que hacer frente a cinco presuntos delitos (contra los derechos de los trabajadores, prevaricación, tráfico de influencias, malversación de fondos públicos y un delito societario), y tuvo que salir por la puerta de detrás para ser «vitoreado» por sus ex curritos.
Dos días más tarde, su nombre apareció en los papeles de Bárcenas, entre los primeros periodistas que presuntamente recibieron pagos del PP, según figuran en la contabilidad del ex tesorero de dicha formación. Por dicho motivo, toda la oposición en la Asamblea de Madrid ha pedido urgentemente su comparecencia en la misma, para aclarar, entre otras cosas, por qué aparece como receptor de 1.100.000 pesetas, entre 1994 y 1995, procedentes presuntamente de la caja B del PP.
Y para rematar, este mismo jueves el Comité de Compras de Telemadrid ha aprobado la adjudicación del contrato de producción y realización de la señal de la cadena a Telefónica Broadcast Services SLU, filial de la multinacional Telefónica, compañía de la que es directivo en excedencia el señor Sánchez.
Al margen de ese pequeño detalle accionarial, lo peor del asunto es que la justificación que éste ha dado para tal asignación es que era la oferta presentaba “ el precio más económico“, exactamente 304.525 euros mensuales más IVA. Esa cantidad es el doble del precio propuesto por la oferta de la Asociación de Afectados por la Gestión de la Televisión Pública Madrileña. Esta AGTPM, formada por unos 200 trabajadores despedidos de Telemadrid, se presentó a este concurso junto a Telefónica y la empresa B&S Broadcast Corporation (filial del Grupo Secuoya en el que es directivo Miguel Ángel Rodríguez, exportavoz del Gobierno de José María Aznar).
Con todos estos frentes abiertos, las apuestas en la casa versan ahora sobre quién dará antes explicaciones ante sus señorías, si el señor Sánchez o el señor Rajoy. También existe la opción de ninguno de los dos.