Rihanna no tuvo una buena acogida en Manchester. La cantante llegó una hora tarde a su concierto celebrado el martes en el M.E.N. Arena, lo que enfureció a sus seguidores, que no dudaron en atacarle con patatas fritas como protesta.
La artista de Barbados se vio obligada a parar su actuación durante la interpretación del tema ‘Rude Boy’ y aprovechó para criticar a sus fans por el trato recibido. «Esto es ya el siguiente nivel, hay una locura buena y otra mala, pero cuando lanzáis esta mierda al escenario, esto es muy grave. Lo juro por Dios, parad ya con esta mierda. ¿En serio? ¿Patatas? ¿Es tan importante?», vociferó la cantante.
A pesar de su enfado y del resentimiento de los asistentes, la artista decidió rápidamente olvidar el incidente y proseguir con su actuación. «Está bien Manchester, para todos aquellos que queréis mover el esqueleto y pasar un jodido buen rato, ¡decid mi nombre!», gritó sobre el escenario.
Sin embargo, percances de este tipo no son novedosos, ya que no es la primera vez que la estrella llega tarde a un concierto, algo que cada vez es más “común” en ella. Casi tanto como la lamentable calidad de sus actuaciones durante la gira europea de “Diamonds”.
Igualmente, no es la primera vez que la impulsiva artista saca a relucir su lado más agresivo, ya que el pasado mes de junio Rihanna golpeó la cabeza de una fan con un micrófono por estar demasiado cerca de ella.