Lo de menos es que no haya magazine televisivo que no lo tenga como tema principal, lo preocupante es que se dicen tantas cosas en ellos, buscando la polémica y el intentar captar audiencia, que no se repara en si realmente datos como esos se pueden decir sin caer en la ilegalidad. El «caso Asunta» está dejando en mal lugar a las cadenas, que bordean la frontera de lo permitido por ley por culpa de sus invitados.
Frases como «lo que me parece más llamativo es que se cuente tranquilamente que la madre tomaba pastillas para tratarse una depresión», vulneran claramente su intimidad y la protección de datos personales y son contrarias a la Ley orgánica 1/1982 porque revela aspectos de su intimidad personal particularmente importantes, como son los datos clínicos.
Esas afirmaciones también pueden ser una vulneración de su derecho a la protección de datos personales (Ley orgánica 15/1999), principalmente porque los datos que se cuentan en ningún caso pueden ser considerados de interés público, aunque tendrá que ser un juez quien lo tenga que estudiar.
Curiosamente, mientras que para unas cosas las cadenas no tienen ningún reparo, especialmente en los citados comentarios de sus invitados, para otras sí intentan ser muy meticulosas para no incurrir en la ilegalidad, pese a no ser necesario. Así ocurre por ejemplo en el tema de pixelar la cara de los menores de edad, como en este caso era el de Asunta.
Ese exceso de celo en este tema no tiene justificación alguna, ya que al estar la pequeña muerta no se puede vulnerar su derecho a la propia imagen. Aquí sí puede tener interés público la imagen y por tanto no hace falta sombrear la cara o los ojos de la niña.
Las cadenas no han parado durante estas semanas de rellenar minutos con simples especulaciones, sin control ni límites éticos, ya sea con rumores, opiniones de vecinos, datos sin contrastar… Se han sacado historias relacionadas con la madre o sus abuelos que nada tenían que ver con el caso ni aportaban nada al mismo, en muchos casos con rótulos frívolos que intentataban captar la atención de la audiencia.