Co-presentador de El Programa de Ana Rosa Quintana, colaborador en la revista Vanitas y escritor de tres novelas, Màxim Huerta todavía tiene tiempo para hacer un sitio en su agenda y acudir a los TAW2013 como nominado al Tweet Glamour.
¿Qué te ha parecido ser uno de los nominados de la categoría TweetCelebrity en los TAW2013?
Ha sido una sorpresa, sobre todo porque yo esperaba que me nominasen como periodista, como presentador, como escritor… pero de repente «Tweet Celebrity», pues no sabía ni qué ponerme. No se qué es «celebrity», entonces me choca, además para mí la celebrity de la tarde era Carmen Lomana. Para mí ha sido una sorpresa, pero bueno, las sorpresas siempre trastocan y no vienen mal, como las crisis en los Gobiernos.
¿Cómo empezaste en Twitter?
Creo que hice una cuenta para una gala de Telecinco. Me habían dicho que conectara la cuenta para ir retransmitiendo el evento durante toda la noche.
Yo iba sobrio al principio, al final no tanto, con lo cual dejé de tuitear.
¿Qué te aporta esta Red Social?
Al principio me aportaba libertad y frescura porque escribía lo que me daba la gana. Con el tiempo uno se controla y se censura porque hay mucho defensor de la moral y de «su» sentido común. Como vivo sólo, también me aporta compañía. Cuando tengo un rato libre, me conecto y ya no estoy solo.
¿Qué es lo más curioso que te ha pasado en Twitter desde que abriste tu cuenta?
Que alguien me esté hablando y esté sentado a mi lado. Pero eso a mí me parece ya de «seguidor fantasma», que alguien te diga «estoy en tu mismo restaurante, te estoy viendo». Bueno, dices ven y acuchíllame, claro. O un «cuanto te gusta tal cafetería» y tú ahí sentado diciendo… ¿es mi abuela que tiene Twitter?
Bajo tu punto de vista, ¿qué aportan las Redes Sociales a la gente?
A mí, como periodista me aporta información, y me gusta tener listas de periodistas a los que sigo. Eso es fundamentalmente lo que utilizo, pero también sirve como desahogo. Ahora en cada tuitero hay un mini periodista, un mini comunicador y un mini opinador, con lo cual todo el mundo tiene la fuerza y la posibilidad de hacerlo.