Supongo que todavía estarán preguntándose en Eusko Alkartasuna si realmente merecía la pena ponerla. La antena que instaló en el repetidor instalado en El Perdón, en la comarca de Pamplona, desconectado y precintado por el Estado para impedir la sintonización de ETB por TDT, va camino de convertirse en la más cara de España. Entre su adquisición, la sanción del Ministerio de Industria, Energía y Turismo y el nuevo recargo que ha impuesto éste, la «broma» le ha salido ya a la formación política por cerca de 70.000 euros.
El responsable de dicho ministerio, José Manuel Soria, no se conformó con cerrar el repetidor e impuso una sanción de 45.000 euros a EA que ésta abonó con el fin de evitar que se dictase una providencia de embargo de sus bienes y se elevase el recargo al 20 por ciento. Ahora, le ha añadido un recargo sin esperar a conocer el resultado del recurso presentado por la propia formación nacionalista en la Audiencia Nacional.
A esas cantidades hay que sumar que la antena en sí tuvo un coste en torno a los 12.000 euros, con lo que quedó en evidencia que el incumplimiento del convenio suscrito entre el Gobierno de Navarra y el Gobierno vasco en 2009 no se debía a razones aparentemente económicas, sino a «una falta de voluntad política», según valoró la coordinadora territorial de EA en Navarra, Miren Aranoa.
A pesar de ello, Aranoa dejó claro que Eusko Alkartasuna va a «continuar trabajando por la normalización del euskera y en especial por la normalización de la emisión de ETB con todos los medios políticos y judiciales a nuestro alcance».
Para ella todo se resume en que «en su obsesión contra el euskera, UPN y PP castigan de forma sistemática cualquier tipo de defensa del euskera, y con una actitud desvergonzada e intolerable incumplen día tras día los derechos fundamentales recogidos en la Carta Europea de las Lenguas Minoritarias». Aranoa cree que «la respuesta de UPN y del PP es siempre entorpecer, vetar e impedir cualquier acción e iniciativa que tenga que ver con avances en materia de derechos lingüísticos».
Lo de menos para ella es la legalidad o no de la situacion, habida cuenta de que «existen otras muchas emisiones de televisión sin licencia que no son objeto de precinto ni sanción». Es por este motivo por el que cree que «en todo lo actuado por la Administración subyace un trasfondo ideológico encaminado a impedir la captación de la televisión vasca en Navarra». «