-¿Qué le ha parecido la gran acogida que ha tenido la serie?
-Estoy tan contenta que me he quedado un poco bloqueada. Tenía tantas ganas de que llegara este momento…
-¿Cómo fue el rodaje de ‘El tiempo entre costuras’?
-Como un volcán de amor, de mucho trabajo e intensidad. Fue increíble porque poder grabar en los sitios donde de verdad transcurre la historia. Lees los guiones y piensas: “Me lo imagino, lo haremos en un decorado”, pero no, de repente estás en Tánger, en Tetuán, en Lisboa y es un regalazo, estás de verdad allí. Fue un alimento genial para los sentidos.
-¿Realmente le gustó estar tanto tiempo en todas esas ciudades?
-Ya había visitado antes tanto Tánger como Tetuán porque me atraía mucho la zona, pero estar tanto tiempo como lo que duró el rodaje te da para tener otra visión mucho más profunda de la zona para tener una idea más rica de donde estas. Además, te permite tener contacto con la gente de allí y superar el primer choque cultural para luego relajarte.
-Un rodaje de siete meses es casi como jugar dos partidos de fútbol seguidos o encerrarse en solitario con seis toros…
-La verdad es que al enterarme de ese detalle noté vértigo, por ver cómo iba a gestionar mi energía. Para poder estar en casi todas las secuencias tienes que cuidarte mucho.
-Usted está en pantalla en más del 90 % de las escenas. ¿El éxito de la serie también es suyo en ese porcentaje?
-En absoluto, el éxito, en un porcentaje muy alto, ha sido del equipo técnico, de los de vestuario, decorados y cámaras que se colgaron la serie a sus espaldas.
Ha sido el personaje más duro de mi carrera, como un romance, pero no tormentoso
-¿Se puede decir que ha sido el personaje más duro de su carrera?
-Sin duda ha sido el papel más duro en todos los sentidos. Ha sido como un romance, pero no tormentoso. Un viaje de madurez, sí, el trabajo más importante que he hecho.
-Vamos, que ha merecido que la emisión se dilatara tanto en el tiempo…
-Bueno, yo creo que ha sido una espea necesaria, porque se ha cuidado con mucho mimo. De todas formas es algo que no me correspondía decidir a mí sino a los profesionales de Antena 3 que tenían esa última palabra.
-¿Se puede contar todo el libro en esos once capítulos o sobra o falta alguno?
-Es una novela con mucha información y comprimir todo en 11 capítulos y desarrollar las tramas de todos estos personajes es una labor de guión, de dirección y de todo un equipo impresionante.
.¿Qué fue lo que más le atrajo de la novela?
-Que todos los personajes que planteaba me parecían muy interesantes, muy profundos, y esto en la serie se mantiene. Cada uno tiene su complejidad y eso les convierte en seres humanos muy completos. También me gustó mucho el poder del amor, yo, que soy una romanticona, veo cómo a Sira el amor le descoloca y le hace abandonar su ciudad, a su madre y marcharse a ciegas con alguien para vivir. Creo que a mi personaje le duele hacer eso, pero no se arrepiente de lo que hace porque es muy valiente, además el amor le da una fuerza y una valentía que aprovecha.
-¿Le preocupaba que la gente que hubiera leído la novela no la identificara con el personaje, que no vieran su cara en él?
-Nunca vas a ser la Sira de todas las caras imaginadas, pero cuando pones toda tu energía en el personaje a lo mejor sí puedes empatizar con él y crear vínculos.
-¿Sira tiene algo que ver con Adriana?
-Tengo algo que ver con Sira porque siempre tienes algo en común con todos los personajes que haces. En este caso quizás la necesidad de buscarse a sí misma. Ella me ha recordado que la amistad es muy generosa y que tus amigas son casi como tu familia, y yo, al estar tanto tiempo fuera, las tenía muy abandonadas.
-¿Y qué tal se le da coser?
-Muy bien (risas). No, en serio, tuve que aprender para la serie, pero me gustó mucho hacerlo, además, mi abuela era costurera.
Me gustan las series de época porque lo antiguo me enamora doblemente.
-Primero ‘La Señora’, ahora ésta… ¿Le gusta hacer series de época?
-Claro que sí, es que lo antiguo me enamora doblemente.
-¿Qué mensaje le transmitiría a los espectadores de la serie?
–Espero que les guste mucho ‘El tiempo entre costuras’ y que les emocione tanto como la novela en la que está basada.
-¿Le preocupa que a partir de ahora la identifiquen con Sira?
-Ya ocurrió con «La Señora». Si me recuerdan por algo bien hecho sólo puedo decir gracias y sentirme bien.
-En la última semana, cuatro millones de personas la vieron en «Niños robados» y cinco en «El tiempo entre costuras»… ¿Es usted la actriz del momento?
-Yo soy la misma de siempre. Hay muchas actrices del momento.
-¿Le han empezado a llover contratos?
-Digamos que más que llover han empezado a chispear. De todos modos yo no quiero renunciar a mi ritmo, que es ir despacio.