Lo que les faltaba a los fogones de «Top Chef». Ahora no sólo se han estancado sus audiencias (dos semanas con un 13,7% de cuota y apenas 2 millones de espectadores) sino que incluso sus participantes claman contra él. Uno de ellos, el que es en su vida diaria jefe de cocina del Ministerio de Defensa, ha llegado incluso a asegurar que le han humillado en el programa.
Así de clarito lo dijo Eduardo Sánhez en «La despensa de Top Chef», el espacio que presenta Paula Vázquez a continuación del de Chicote y sus otros dos compañeros de jurado. Según él, «me llaman marmitaco, me silban por la calle y me he encontrado incluso patas de gallina en la puerta de mi casa».
Lo que parecía iba a ser su lanzamiento definitivo a la alta cocina se ha convertido en todo lo contrario, ya que cree que el programa lo único que ha hecho ha sido dañar su imagen porque «no te pueden vender como una basura». Con sus quejas dice que lo único que busca es «respeto para la gente, pero sobre todo para quien ha vendido el producto mal».
Una de las cosas que menos le han gustado es que el programa le pidiera que modificara su ficha de concursante y no solo se destacara su labor en el ministerio, lo que cree que le ha perjudicado fuera del programa. Eduardo puntualiza que «yo soy cocinero, como mis compañeros, y ha sido brutal la humillación», y tiene claro que «si he pertenecido a ‘Top Chef’ ha sido por mi currículum y no por trabajar en Defensa».
Curiosamente, Chicote había resaltado con anterioridad en algunas entrevistas que «los expulsados nos cogen cariño, como los padres que castigan». En este caso no parece que haya habido mucho.