«Digamos que no era la típica chica popular durante mi etapa en el colegio. No era guapa y no vestía demasiado a la moda. Me sentía muy incómoda conmigo misma durante esos años y me negaba rotundamente a cantar delante de alguien. Fue realmente duro, ya que mis compañeros se burlaban de mí a todas horas por mis dientes torcidos y porque me vestía con la ropa de mis hermanos. En esa época mi familia atravesaba ciertas dificultades económicas», confesó la artista en la emisora británica BBC Radio 2.
Comparando los citados episodios de su pasado con su próspera situación actual -su estable matrimonio con el productor René Angélil y la felicidad que le proporcionan sus tres hijos son buena prueba de ello-, Céline achaca a su «falta de madurez» su nula capacidad de reacción ante las adversidades de antaño.
«Ahora estoy feliz y me siento realmente bien. Pero cuando tienes 14, 15 ó 17 años, la vida no trata de cómo te sientes, sino de cómo te ves ante los demás. Por ello, cuando creces y maduras, te das cuenta de qué es realmente importante y lo fundamental que es mantener una estabilidad emocional. Pero eso es algo que se adquiere con los años», comentó al mismo medio.