El jugador del Real Madrid no solo juega al fútbol. Fuera del terreno de juego, el mundo de los negocios es su hobbie favorito. La última inversión del futbolista ha sido la compra de seis yeguas árabes, muy demandadas en el mercado ecuestre, a la prestigiosa ganadería Complutums Arabians. Según el diario El Mundo, Sergio Ramos trabajará con sus caballos en su finca de diez hectáreas situada en Camas, la que es su localidad natal. Además de este negocio de «cuatro patas», el defensa del Madrid ha invertido junto a su padre en un proyecto empresarial que costó tres millones y que a su vez generaría 100 puestos de trabajo.
También quiso introducirse en el mundo de la hostelería con la posible compra de un hotel cacereño. Uno de sus intereses más conocidos fue el de la posible oferta a Ortega Cano por su conocida finca Yerbabuena, sin embargo, la residencia tiene demasiado peso sentimental como para venderla. Además, Ortega Cano no pasa ahora por su mejor momento, por lo que los negocios quedan relegados a un segundo plano.
Con todo, el jugador del Madrid demuestra que es capaz de jugar «a dos bandas» tanto dentro como fuera del campo.