El Museo del Prado expondrá a partir del próximo martes 31 de marzo y durante tres meses 'San Juan Bautista niño', la única escultura realizada por el maestro italiano Miguel Ángel que se conserva en España y que se muestra ahora en el programa expositivo 'La obra invitada' tras haber sido restaurada, tal y como ha informado la pinacoteca.
La pieza, que podrá verse en la sala 47 del edificio Villanueva, es una obra de juventud del artista, anterior a la Piedad del Vaticano y a los frescos de la Capilla Sixtina, que fue donada por el duque de Florencia, Cosmé I de' Medici, a Francisco de los Cobos, secretario del emperador Carlos V. El monarca la envió a España, a su villa de Sabiote, pasando a enriquecer, tras su muerte, la capilla sepulcral que mandó construir en su ciudad natal de Úbeda.
La escultura ha estado expuesta desde el siglo XVI en la capilla del Salvador de Úbeda en Jaén y fue recuperada por la bibliografía artística en 1930 como obra de Miguel Ángel. Pocos años después, en 1936, a comienzos de la Guerra Civil, sufrió graves daños que destruyeron gran parte del conjunto, de manera que quedó reducida a fragmentos, según añade la nota.
Restauración
La Fundación Casa Ducal de Medinaceli-Sevilla, propietaria de la pieza, encargó su restauración al Opificio delle Pietre Dure (Centro de Restauración) de Florencia, un proceso que comenzó en 1994. Tras la «delicada» y «compleja» intervención, realizada con la tecnología de reconstrucción volumétrica láser 3-D, y después de su exhibición en Florencia y Venecia, 'San Juan Bautista niño' regresa a España para exponerse en el Museo del Prado como parte de su programa expositivo 'La obra invitada', antes de su traslado definitivo a su lugar de origen en Úbeda.
La pieza, que tiene una altura de 1,40 metros, fue dañada en un acto de vandalismo cometido a comienzos de la Guerra Civil, en julio de 1936. La escultura quedó rota en pedazos y la cabeza fue quemada, por lo que solo se pudieron recoger 14 fragmentos, el equivalente al 40 por ciento de su volumen original.
El complejo proyecto de recuperación de la obra empezó en 1994 en el Centro de Restauración de Florencia (Opificio delle Pietre Dure) y en él se utilizaron métodos novedosos, como el uso del láser para limpiar la superficie negra y abrasada de la cabeza, o la reconstrucción virtual en 3-D de la escultura completa basándose en fotografías tomadas poco antes de su destrucción.
Una vez montada la estatua con los fragmentos originales de mármol, se integraron las partes perdidas, realizadas con fibra de vidrio y luego estucadas, entonadas con témpera y selladas con cera y barniz. Finalmente, la escultura recuperada fue presentada al público florentino en 2013.