sábado, noviembre 23, 2024
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‘Renovándose, para no morir’

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Mucha gente dice que en los tiempos de dificultad es cuando más florece el arte; cuando hay un motivo, una causa común, algo que reivindicar o algo que, simplemente, inquieta, entristece o enfurece. Remitirnos a ejemplos históricos es el mejor argumento para esa teoría. Sin ir más lejos, la famosa generación vanguardista de comienzos de los años 20, quienes hicieron estallar el arte en todas sus facetas, reinventándolo y transformándolo en algo totalmente nuevo, tan nuevo como los sonidos estridentes que se instalaron en la música futurista, las imágenes fragmentadas del cubismo o las palabras que parecen recién salidas del lenguaje de los niños del dadaísmo. Pasando también por la Generación del 27, los poetas irrepetibles de la talla de Federico García Lorca, Jorge Guillén, Vicente Aleixandre o Pedro Salinas dijeron con la poesía lo que los libros de historia no recogieron. Y cómo olvidar los fabulosos años 70 y 80 en los que se desató esa anhelada, admirada y revolucionaria 'movida madrileña' y las artes más psicodélicas manifestadas en forma de música y artes plásticas, fundamentalmente.

En los años 90 el pop se pone de moda (haciendo homenaje a su propio nombre de música 'popular') y nacen bandas de semi-adolescentes, seguidas por más adolescentes, tanto dentro como fuera de la península. Es la época de las boybands y las girlbands -que también están siendo recuperadas en los últimos años-, además de ser la etapa del pop-punk y de las tribus urbanas heredadas de los 80. Pero en este momento también hay una oleada que pasa más desapercibida pero que es el germen de un virus que hoy se expande cada vez más por la sociedad. Igual que el rock, el punk o el rap -que estaba en efervescencia- se encargan de hacer canciones protesta, también están ellos: los cantautores. Siguiendo los pasos de los míticos Joan Manuel Serrat, Joaquín Sabina, Cecilia, Javier Krahe o Carlos Cano, en los 90 se dieron a conocer otros artistas que intentaron seguir el camino de esos grandes nombres de la canción de autor española. Ellos son Ismael Serrano, Pedro Guerra, Javier Álvarez o Rosana, los cuales son influencia directa para toda una generación de nuevos cantautores y cantautoras que invaden hoy muchos bares de Madrid cantando al amor, y ya no tanto a la guerra.

Una nueva causa común

En la actualidad hay una nueva ola de cantautores que está regenerando la canción de autor, copando los nuevos bares de Madrid que aún apuestan por la música en directo, tales como Libertad 8, Galileo Galilei o La Fídula, entre otros. Como las clásicas agrupaciones de artistas que se identifican con una generación, la gran mayoría de ellos son, además de compañeros de profesión, amigos, pero con un estilo y una personalidad en su música muy característica, que les hace diferentes e irrepetibles. Pero, al igual que la especialidad de Krahe, Sabina o Serrat era, además de los líos de faldas, defender y reivindicar unos ideales sociales y criticar la propia sociedad y las condiciones políticas que, en sus diversas opiniones, no favorecían a la población; los nuevos cantautores hoy proclaman, anhelan y cantan al amor. Quizá porque vivimos en una época de amor 'de mala calidad', muchos de ellos coinciden en que “es el tema de inspiración por excelencia” y que es “el sentimiento más potente que hay en el mundo”, y puede que por ello reivindiquen el amor, puede que la “lucha” de todos estos nuevos artistas sea esa.

Nombres como Rozalén, Funambulista, Marwan, Vanesa Martín, Diego Ojeda, Luis Ramiro, Carmen Boza, Road Ramos, Andrés Suárez o Adriana Moragues, entre otros muchos, son los protagonistas de la nueva canción de autor, un género que pretenden renovar, quizá “con un mayor sentido del humor” o “teatralización”, según explicaba María Rozalén en una entrevista concedida al diario El País junto a sus compañeros. El aspecto en el que todos coinciden es en que están regenerando la canción de autor, casi sin querer, adaptándola a los nuevos tiempos, a “sus tiempos” y su lenguaje, en palabras de Diego Ojeda, quien coincide con Andrés Suárez en que han heredado las líneas marcadas por los más destacados del género mencionados anteriormente, pero que no llegan a imitarlos; sino que los incorporan a su propio estilo, y hablan con un nuevo 'idioma' y con nuevas miradas sobre “la vida”, simplemente. Y es que estos artistas no dejan de hacer denuncia social, pero lo hacen hablando de amor. Es el caso de una de las canciones de Andrés Suárez, por ejemplo, que lleva por nombre 'Clasificados' y en ella cuenta el desahucio de una pareja, tema en el que habla a través de las palabras de los enamorados.

Otra innovación que trae consigo esta generación de artistas es que entre ellos también se encuentran las cantautoras, situación que antes apenas se generaba, debido en parte a que era un estilo designado mayoritariamente al género masculino. Este hecho es aplaudido por ellas mismas, y animan a que siga creciendo el mercado de cantautoras que clamen por la igualdad y que la hagan, así, efectiva; hablando en sus canciones de todo tipo de tabúes, estereotipos y dilemas que envuelven al género femenino, y que muchas se sienten en obligación de deshacer. Es el caso de Carmen Boza, Road Ramos y Patricia Lázaro, por ejemplo.

Adiós a los 'tristeautores'

Los nuevos cantautores reivindican además una nueva visión para su generación, saliéndose del cliché de que son algo así como 'tristeautores' que hacen canciones “para cortarse las venas”. Lidia Guevara esclarece la diferencia entre su generación y las anteriores: “Nos diferencia el lenguaje y el prisma desde el que vemos la sociedad, cada década se reinventa”. Otra de las características que hace única a esta nueva generación de autores es que su soporte es, fundamentalmente, Internet; desde webs donde dan a conocer sus vídeos y canciones hasta las propias redes sociales que les dan difusión y con las que se acercan a su público.

Lo que está claro es que todos estos nuevos magos de la canción de autor se han instalado en la actualidad musical y lo han convertido en tendencia, poniendo de moda los planes de bar y música en directo, los recitales de poesía y ese nuevo llamamiento a decir lo que se siente sin tapujos, que es hoy la misión también de la poesía contemporánea, muy ligada a los cantautores. Y es que también hay una nueva generación de poetas que están haciendo con la poesía lo mismo que estos artistas con la canción de autor: reinventarla. Hay múltiples opiniones y visiones sobre los géneros que están floreciendo, modernizando y dando a conocer estas pandillas de artistas, pero lo cierto es que, aunque a algunos no les guste, los nuevos géneros de canción de autor y de poesía han venido para quedarse, y están calando profundamente en la multitud.

La gente necesita decir y escuchar lo que siente, sentirse comprendida y escuchada dentro de una sociedad mercantilizada, falta de autoestima y cegada por una mentalidad mecanicista.

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