Los momentos previos a la decisión en Addis Abeba (Etiopía) del Comité intergubernamental de patrimonio cultural inmaterial se han vivido con expectación en el Ayuntamiento de Valencia, donde el alcalde, Joan Ribó; el president de la Generalitat, Ximo Puig, y la vicepresidenta, Mónica Oltra, esperaban noticias esperanzados.
Tras la confirmación de que las Fallas habían recibido el apoyo unánime, con una llamada del concejal de Cultura Festiva, Pere Fuset, presente en Etiopía, Ribó ha mostrado su satisfacción y ha defendido que es un «premio al carácter cultural» de la fiesta y para todos los valencianos y para quienes trabajan en el mundo fallero.
Ha asegurado que era un día «magnífico» por la confirmación de un «reconocimiento mundial que tiene muchas repercusiones», entre ellas la económica, pero especialmente la cultural, además de un aldabonazo a los miles de personas que trabajan a diario con los monumentos, el teatro, la música o la vestimenta fallera.
Ribó ha descrito el camino hasta este título internacional como una «carrera de relevos» y ha señalado que Fuset «ha estado en la última etapa» y «ha llegado a la meta» y ha reconocido a «las muchas personas que han trabajado por este premio, en la Junta Central Fallera, el Ayuntamiento y entre los falleros».
El president de la Generalitat, Ximo Puig, ha asegurado hoy que este reconocimiento supone una «oportunidad de revivir» para el sector y «darle el relanzamiento que se merece a una fiesta que es única en la Humanidad», al tiempo que ha resaltado «el trabajo, la ilusión y la convivencia» que hay detrás de las Fallas.
«Las Fallas son convivencia, capacidad de hermanamiento entre unos y otros y eso es lo que al final hay, todos los sentimientos y valores que confluyen en las Fallas, como hecho cultural, social y solidario pero también como hecho de extraordinaria proyección internacional», ha asegurado.
Oltra ha expresado su «doble alegría» por formar parte del Gobierno valenciano en este «momento histórico» pero sobre todo, ha dicho, «es una alegría como fallera; no es igual, no se vive igual».
«Ahora estamos donde se merece esta fiesta, donde se merece esta identidad, este hecho cultural extraordinario y grandioso», ha afirmado, a la par que ha felicitado a todos los valencianos y «en especial, a todos los falleros», entre quienes se ha incluido, pues hoy les «salta el corazón en el pecho».
El concejal del PP Félix Crespo era el presidente de la Junta Central Fallera cuando en 2009 se gestó la idea de presentar la candidatura para «buscar otras ventanas donde promocionar las Fallas», ha explicado tras conocer la noticia.
Ha señalado que cuando le comentó la idea a la entonces alcaldesa Rita Barberá, no le «dejó ni acabar» su exposición y le dijo que había que «conseguir ese reconocimiento para las Fallas» como fuera, «sin escamotear esfuerzos», y a partir de 2011 se inició el camino.
El ministro de Educación, Cultura y Deporte, Íñigo Méndez de Vigo, ha celebrado la «buena noticia» de este reconocimiento de las Fallas, una fiesta «popular y muy querida por todos», ha dicho.
«Estoy seguro que también alguien que está ahí arriba se alegrará mucho de este reconocimiento», ha afirmado Méndez de Vigo en alusión a Barberá, fallecida de forma inesperada hace una semana.
La fallera mayor de Valencia, Raquel Alario, ha asegurado que estaba «feliz y orgullosa» por haber «hecho historia» y ha defendido que «ser Patrimonio no es la meta, es el camino del mundo fallero para hacer la fiesta mejor y buscar la excelencia».
Para el maestro mayor del gremio de Artistas Falleros, José Ramón Espuig, la decisión de la Unesco es una «recompensa» al trabajo de sus antepasados y un «regalo» que dejan a sus nietos, y ha expresado la «felicidad» de los artistas falleros «por contribuir con su arte a continuar haciéndola grande»
EFE