El Teatro Dolby de Los Ángeles ha acogido esta madrugada la 89ª gala de los Premios Oscar que será presentada por Jimmy Kimmel.
Hubo sorpresa… Ni un guionista podría haber diseñado un final favorito. Con un sobre equivocado los conductores leyeron LA LA LAND cuando, en realidad, era Moonligth la ganadora. Los seis oscar que entonces llevaba el musical no parecieron nada.
La La Land partía como favorita con sus 14 históricas nominaciones y, lejos del récord que buscaba se llevó los premios más notables: dirección (Damien Chazelle) y actriz protagonista (Emma Stone), canción (City of stars) además de la fotografía y producción, hasta completar seis.
Pero al final se produjo la sorpresa: Moonlight, casi por accidente, se convirtió en la mejor película, en una gala llena de alusiones llenas de ironía, sarcasmo contra el innombrable, también predecible.
Cuenta la historia de un joven negro y homosexual por las calles de Miami. Lo hace en tres etapas, un relato que centrado en la formación, maltrato y aceptación que ha recibido espléndidos comentarios de la crítica especializada. De hecho, es la ganadora del Globo de Oro a mejor película dramática. Hay quien esgrime varios motivos por los que esta película podría hacer sombra a la favorita.
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