A ver, es probable que los chinos que ya llegan no lo entiendan mucho e incluso que algún concejal el ponga cara rara. Pero un poco de música en alguna de esas capillas que Usted no visita, San Ginés por un poner, seguida por paseo y cervecita en el Arenal, si vive en Madrid, puede no ser un mal plan.
De acuerdo, esto no lo cantan los Chicos del Maíz, ni es Indie. Así que no podrá Usted consensuar ni con Iglesias ni con Errejón. Pero Carmena y su equipo han oficializado el asunto, invitándole a un ciclo de música sacra del que, con discreción, podrá Usted disfrutar.
Un disfrute en el que le acompaña el Papa Francisco, que acaba de clausurar un Congreso de Música Sacra. Dice el pontífice que las misas están siendo sosas y mediocres y que echa de menos los conciertos que acompañan liturgias.
No se deje llevar por creencias de antaño, la música sacra no es música de Iglesia es música de reflexión, compuesta por lo más granado de los compositores occidentales.
Bach, Vivaldi o Pergolesi, Mendelssshon, Messiaen y Pärt…, son músicos y música que a ustedes les suena y que sonarán en las capillas españolas, aprovechando que el fervor y la ocupación se traslada a las calles.
Muchas ciudades de España en estos días de fe, introspección y asueto, para que engañarse, programan ciclos de música sacra: Madrid, y Sevilla, Oviedo, Cuenca, Segovia, Barcelona, en el País Vasco… la geografía española se llena de música que se escucha en capillas.
Eso si, para curarse de tanto sacro y el órgano en San Gines, el Ayuntamiento madrileño ha propuesto algo menos sacro, pero igualmente fervoroso: escuchar Saeta flamenca en los balcones de la Plaza Mayor y Plaza de la Villa.
El ciclo permite poner en valor espacios poco transitados y de mérito musical: las capillas, institución capital para la historia de la música.
Quienes residan en Madrid podrán visitar las parroquias de Nuestra Señora del Perpetuo, Nuestra Señora de las Maravillas la Basílica Pontifica de San Miguel, la Santa Cruz, Nuestra Señora de las Victorias, la de San Ildefonso, la Real Basílica de Nuestra Señora de Atocha o San Ginés.
Debe recordarse a viajeros sedientos no solo de recogimiento sino también de viandas o disfrute urbano que al lado de todas estas capillas disponen de la oportunas tabernas donde recuperarse del recogimiento.
J.B.