Es, según explica Galván (Valencia, 1950), una novela histórica pero también un thriller psicológico: «quería que fuera una novela negra, con todos los cánones».
El escritor plantea en su nuevo libro, editado por Harper Collins Ibérica y que se publicará mañana, la historia del expolicía criminalista Carlos Lombardi, condenado por lealtad a la República en Madrid.
Antes de cumplir la condena, será liberado inesperadamente y trasladado a las dependencias de la policía, donde le recibirá su antiguo jefe para encargarle, a cambio del indulto, que resuelva el asesinato de un sacerdote que ha sido degollado, torturado y castrado, y que parece tener cierta relación con una serie de crímenes acontecidos antes de la Guerra Civil.
Lombardi, acompañado de varios ayudantes, entre ellos un periodista, tendrá que superar muchos obstáculos para descubrir quién es el asesino.
Galván no quiere situar el centro de interés solo en la trama policíaca sino contar, «al mismo tiempo, el ambiente que existía, cómo era el país de hace 80 años»
En «Antes de decirte adiós» (2010) ya se adentró en la Guerra Civil y el trabajo de la policía durante el franquismo pero aquí ha querido adentrarse en la que fue la inmediata posguerra con un escenario que no tienen otras novelas: «quería una novela totalmente negra».
La obra se enmarca en el género que ha dado en llamarse «totalitarismo noir», es decir novelas de tramas policiales ambientadas en la Alemania nazi, la Unión Soviética o, en este caso, la España de Franco en la posguerra.
En el epílogo de la novela, «Oscuros retratos de oscuros personajes», el autor hace un recorrido por la biografía de cuatro figuras históricas que juegan un papel importante en «Tiempo de siega», pero que también lo han hecho en la historia de este país.
Se trata del periodista Hans Lazar, el diplomático Bernard Malley, el sacerdote José Lobo y el psiquiatra Bartolomé Llopis: «son cuatro personajes olvidados. No se ha escrito prácticamente sobre ellos. Son personajes que en sí mismos merecerían un ensayo».
«Tiempo de siega» es la primera de una trilogía que, asegura Galván, «es asequible, cuenta cosas interesantes y, una vez leída, no deja indiferente a nadie».
Galván comenzó su andadura como escritor en 1998 con «La Mirada de Saturno» con el que obtuvo el Premio Tiflos (ONCE).
Desde entonces, ha publicado «El aire no deja huellas», «Aislinn-Sinfonía de fantasmas» (Premio Río Manzanares 2002), «De las cenizas» (Premio Felipe Trigo 2003), «Llámame Judas» (Premio Alfonso VIII de la Diputación de Cuenca), «Antes de decirte adiós» y «Sombras de mariposa» (Premio Hislibris a la mejor novela histórica 2011).
Redacción