Un evento celebrado la víspera de cumplirse los cinco años del reinado de su hijo, Felipe VI, y que se conmemorará con un acto en el Palacio Real presidido por los reyes y sus hijas, la princesa Leonor y la infanta Sofía, pero en el que no estarán presentes ni ella ni don Juan Carlos.
La presidenta de la escuela, Paloma O’Shea, ha introducido el acto agradeciendo la presencia de la reina y elogiando la labor reconocida internacionalmente que desempeñan en este centro profesores y alumnos.
A continuación, doña Sofía ha entregado los diplomas a los mejores alumnos en cada una de las disciplinas musicales que se imparten en la escuela y, después, ha hecho lo propio con las distinciones a los profesores.
En concreto, Dimitri Bashkirov ha recibido la medalla de profesor emérito, mientras que las medallas de honor han sido para el maestro Antoni Ros Marbá y el profesor Antonio García Araque, así como para Salvador de la Encina, presidente de Puertos del Estado.
Sendas placas de la institución han sido otorgadas también al profesor Reinhold Friedrich y a la firma Freixenet por su mecenazgo de la escuela.
Tras esta ceremonia, la reina, acompañada por Paloma O’Shea y la secretaria de Estado de Universidades, Ángeles Heras, entre otras autoridades, ha subido al palco real del teatro para seguir el concierto a cargo de la Orquesta Sinfónica Freixenet dirigida por el maestro húngaro Péter Eötvös.
Eötvös, que ha dirigido conjuntos tan prestigiosos como la Orquesta del Festival de Budapest o la Orquesta Sinfónica de la BBC, aseguró ayer en una rueda de prensa sentirse en la Escuela Reina Sofía «igual que en la primera liga de un campeonato de fútbol, con los mejores músicos y ahora con los mejores alumnos».
El concierto ha constado de dos piezas: «Suite Pulcinella», de Igor Stravinsky, y «Diálogos con Mozart», compuesta por el propio Eötvös.
La Escuela Superior de Música Reina Sofía, cuya presidencia de honor ostenta la madre de Felipe VI, es uno de los cuatro programas mediante los que la Fundación Albéniz desarrolla su actividad.
Los otros tres son el Concurso Internacional de Piano de Santander Paloma O’Shea, el Centro de Archivos y Documentación Albéniz, y el Encuentro de Música y Academia de Santander.
Esta escuela se creó en Madrid en 1991 con el objetivo de dotar a España de un centro de alta formación profesional dirigido a los jóvenes músicos de talento y evitar así que tuvieran que desplazarse al extranjero para recibir la enseñanza superior que necesitan.
El centro acoge a estudiantes de múltiples nacionalidades, sobre todo procedentes de España, Portugal y los países latinoamericanos.
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