En la jornada inaugural se ofrecerá el preestreno de la cinta «FilmmakErs», tercer proyecto de Busson y Julie Gayet, en el que entrevistan a más de una veintena de mujeres cineastas internacionales, entre ellas Isabel Coixet, Susan Sarandon, Agnès Varda o Justine Triet.
El certamen, que nació en 1994 y ha crecido hasta tener seis sedes en la ciudad, tiene un año más el objetivo de presentar películas francofonas -algunas antes de su estreno en Francia-, difundir la lengua francesa y «crear puentes y sinergias entre profesionales franceses y españoles», ha afirmado este martes en la presentación el director del Festival, Hédi Saïm.
Después de haber tenido en algunas ediciones anteriores una actriz como madrina, el Festival ha creado este año la figura del padrino, nombramiento que ha recaído en Maurice Barthélémy, actor, director y productor de cine y televisión que reside entre París y Málaga.
Entre las cintas que se verán en primicia en Málaga figura «Mon chien stupide», de la que se augura que puede convertirse en la comedia más taquillera del final de este año en Francia, y que será presentada en el Festival por su director, Yvan Attal.
También habrá películas premiadas por el jurado de Cannes, como «La femme de mon frère», de Monia Chokri; «Les misérables», de Ladj Ly, o «Hors Normes», de Olivier Nakache y Eric Toledano, los directores de «Intocable».
Desde Quebec (Canadá) al Congo, pasando por Bélgica, el certamen continúa con la línea emprendida en las últimas ediciones de abrirse al cine de otros países francofonos, con cintas como «La miséricorde de la jungle» (Ruanda, Bélgica y Francia) o «Pour vivre heureux» (Bélgica y Francia).
Otros invitados serán Thomas Solivéres y Dominique Pinon, actores protagonistas de «Edmond», de Alexis Michalik, o el director de la taquillera «Sauver ou Périr», Fréderic Tellier.
Dentro del homenaje a Costa-Gavras, se proyectarán en el Centro Pompidou de Málaga la «ópera prima» de este cineasta, la coproducción franco-italiana «Compartiments Tueurs» (1965); la que está considerada la obra más importante de su filmografía, «Z» (1969), y «L’aveu» (1970), en la que denunció los juicios estalinistas y las torturas que sufrían los presos políticos.
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