Un compendio de fotografías y textos recorren la trayectoria vital y política de una de las figuras más representativas del salto hacia la libertad que dio Europa del Este a finales de los 80 del siglo pasado. Este año 2019 celebra dos aniversarios referenciales al respecto: el de la caída del Muro de Berlín y el de la Revolución de Terciopelo.
Hace 30 años, Havel participó en ese tránsito de la entonces Checoslovaquia, cuya partición tuvo lugar tras ser presidente y que entró en vigor en enero de 1993.
República Checa y Eslovaquia se convirtieron entonces en dos Estados. Sus embajadores en España han estado presentes en la inauguración, así como la exministra de Asuntos Exteriores Ana Palacio, testigo de la evolución de ambos países hacia la posterior integración europea.
En nombre del Congreso, exactamente de su Diputación Permanente, pues la Cámara sigue disuelta, su vicepresidente primero, Alfonso Rodríguez Gómez de Celis, ha alabado al «defensor de los derechos humanos, de la libertad y de la justicia» que fue Havel.
Sus valores, ha destacado en el acto, son más «necesarios» hoy que nunca antes debido a la irrupción de nacionalismos y actitudes totalitarias.
Havel, una referencia cultural de primer orden en su país, dramaturgo, escritor, fue también un disidente político que sufrió la cárcel, tal y como ha recordado Gómez de Celis, diputado socialista.
Palacio ha lamentado que en la actualidad hayan cobrado protagonismo las fronteras, tras una época en la que los ciudadanos luchaban por «atravesarlas», y que ahora aparecen en muchos discursos como «elementos a los que agarrarse como tablas de salvación». Ha criticado, por ello, la prevalencia de los nacionalismos en muchos países europeos.