Así lo indican en un comunicado en el que recuerdan que el 50% de las empresas del sector ha puesto en marcha ERTES y 2 de cada 4 han solicitado créditos ante la falta de liquidez, créditos que en el 60% de los casos siguen pendientes de ser estudiados, una liquidez sin la que pequeñas editoriales y librerías se verán obligadas a cerrar, han advertido.
Son datos recabados por la Asociación de Cámaras del Libro (Fedecali), para conocer la situación real en la que se encuentran las empresas asociadas y agremiadas, y ante los que el sector ha reiterado su preocupación «ante la falta de medidas por parte del Gobierno que ayuden a paliar la grave situación sin precedentes que atraviesa el sector del libro como consecuencia de la emergencia sanitaria y de las medidas adoptadas para atajarla».
Fedecali ha recordado cómo el pasado 14 de marzo, nada más decretarse el estado de alarma en España, el sector del libro -editores, libreros y distribuidores- trasladaron a la Presidencia del Gobierno, a la Vicepresidencia económica y a los Ministerios de Cultura y de Educación una proyección del impacto de la crisis sobre la cadena del libro y plantearon la necesidad de adoptar medidas.
Hoy, aseguran, la estimación realizada parece haberse quedado corta y el impacto puede ser incluso mayor al inicialmente previsto, pudiendo alcanzar la mitad de la facturación en el comercio interior (alrededor de 1200 millones de euros) y un 70% en el comercio exterior (400 millones de euros), por lo que es necesaria «la adopción de medidas urgentes que contribuyan a salvar a la primera industria cultural de nuestro país».
Tras dos encuentros formales, primero con el ministro de Cultura y, luego, con la ministra de Hacienda, «parece que el sector aún deberá esperar para ver si el compromiso adquirido se concreta alguna medida. Resulta probable que una parte de la cadena no pueda alcanzar esa ‘nueva normalidad’ a la que alude el Gobierno y que el resto lo haga en unas condiciones difíciles para la subsistencia, lo que tendrá una indudable repercusión en nuestro patrimonio cultural», han advertido.
El sector editorial se alegra de que se haya adoptado la decisión de ir permitiendo la apertura del comercio, entre ellas las librerías, pero hubiera deseado que se hubiera tenido una especial consideración con ellas, indica el comunicado, que recuerda que siguen reclamando que se declare al libro como bien de primera necesidad en línea con lo que está ocurriendo en otros países del entorno.
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