Aunque las librerías han ido abriendo sus puertas, con aforos limitados, aún queda mucho para alcanzar la meta de la preconizada «nueva normalidad» en este viernes 8 de mayo, en el que precisamente debía haberse inaugurado la edición número 38 de Cómic Barcelona, la fiesta anual del sector que en su última edición reunió a 112.000 aficionados.
El parón por COVID ha afectado de múltiples formas a las editoriales, que han tenido que reinventarse operativamente hablando, con las plantillas en casa y una apuesta (obligada) por el soporte digital, y por las ventas en línea, que no han compensado ni de lejos la caída de las ventas físicas, que se logran en ésta época.
«Sí, evidentemente repercute porque en estas semanas se concentra una gran cantidad de novedades y es el período en el que se realizan más promociones y representa fácilmente un cuarto de las ventas anuales», comenta Óscar Valiente, director de Norma Editorial.
En el ámbito de la promoción, Valiente señala que quedarse sin estos meses es una «pérdida importante» porque es el momento de la campaña cuando se movilizan más autores en presentaciones, sesiones de firmas o encuentros con la prensa.
«Todas las novedades que requieren de este esfuerzo se tendrán que aplazar hasta que la actividad pública recupere cierta normalidad», comenta el director de Norma, optimista, no obstante, sobre el futuro del cómic tras este mazazo vírico.
«Tras la crisis del 2008, ya demostró que es un bien cultural en crecimiento y salió reforzado. Pero evidentemente, en el corto plazo estamos muy preocupados por cómo quedarán muchas librerías y los profesionales autónomos, tanto autores como traductores, rotulistas… Tendremos que hacer piña en el sector para ir unidos a por la recuperación y no dejar a nadie en la estacada», defiende.
Desde el equipo de Planeta, que durante el confinamiento se ha centrado en la promoción virtual de sus títulos, «con gran respuesta por parte del público», afirman que han aprendido «muchas cosas a nivel empresarial y humano» de esta apocalipsis inesperado, gracias al contacto con autores y lectores.
«Estamos más motivados para seguir adelante y preparados para volver con planes que permitan adaptarnos rápido, colaborando con las librerías, para que ellas también puedan salir lo antes posible», comentan desde el gigante editorial español.
En ECC, firma especializada sobre todo en el género de superhéroes, el golpe de este parón primaveral ha hecho mucho daño.
«Sí, mucho. Entre Sant Jordi y Cómic Barcelona duplicamos la facturación normal de un mes. Además se publican la mayoría de novedades clave del año, que en esta ocasión han quedado aplazadas, y aunque se acaben editando, lo harán en un contexto mucho peor», se lamenta el director editorial de ECC, Francisco Calderón, que prevé reestructurar los planes editoriales una vez que se sepa «cuándo y cómo se sale de esta situación».
«Pero la prioridad, es la salud de todos y salir de todo esto con la mejor moral posible», apunta Calderón.
«El fastidio de la situación no nos hace renunciar a lo que más nos gusta hacer». O lo que es lo mismo, tocados, pero nada de hundidos, parecen querer decir desde Reservoir Books.
«Teníamos previsto una primavera potente con un Sant Jordi muy destacado y está claro que nos afecta de lleno», explica el editor del sello Jaume Bofil, que contaban con la francoiraní Marjane Satrapi, autora del clásico «Persépolis» como pregonera del Sant Jordi 2020, y que como el resto han tenido que retrasar otras novedades que iban a pasar por Cómic Barcelona.
«Seguimos convencidos de que los buenos autores y los libros sólidos (tenemos la fortuna de contar con ellos) siempre saben encontrar a sus lectores en el mes que sea», resume Bofill, responsable de un sello alternativo (dentro de un gran grupo, Random House) «más acostumbrados que otros a las incertidumbres del mercado».
También intentan ser positivos desde La Cúpula, otra de las «casas» del cómic español.
«Después de haberlas visto de todos los colores durante cuarenta años, también podremos con esta, pero el panorama es desolador», indica su director, Emilio Bernárdez, que reconoce que este trimestre, casi en blanco, ha desmotando su programación de 2020
«Repercute mucho. Hay que tener en cuenta que, para nosotros, marzo, abril y mayo son tres de los meses más importantes por la concentración de eventos de venta y difusión de cómics. Probablemente, son entre el 15 y el 20 % de nuestras ventas anuales», cifra el editor sobre el «agujero» generado.
Al menos, La Cúpula se ha dado un reconfortante baño de nostalgia estos días. «La increíble acogida que está teniendo la recuperación de El Víbora en el número especial que estamos ofreciendo gratis en nuestra web, el cariño de los lectores y los autores, nos está dando un chute de energía tremendo», afirma el veterano editor.
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