La pinacoteca reabre este sábado, 6 de junio, tras casi tres meses cerrada por la crisis de la COVID-19, el segundo periodo más largo tras la Guerra Civil. Ahora, cada día podrán acceder al museo 1.800 personas, frente a los 9.000 visitantes diarios que se registraban antes del cierre por la pandemia.
El museo reabrirá una cuarta parte de su espacio (Galería central y algunas salas adyacentes) con un aforo reducido al 30 por ciento y medidas de seguridad para garantizar las condiciones de la visita.
“Reencuentro”, la exposición de su vuelta, es una oportunidad única e irrepetible para ver las piezas insignes de la pinacoteca, que se han condensado en unas pocas salas, la espaciosa Galería Central bañada con luz natural y una serie de salas adyacentes.
La visita es un paseo por la historia del arte y los grandes éxitos del museo, con cuadros de Velázquez, Goya, El Greco, Rubens, Tiziano, Fra Angélico, Zurbarán, Tiziano, Caravaggio, Patinir, Clara Peeters y muchos más.
«Por mucho que hayas visto El Prado, nunca lo has visto así; y probablemente nunca más lo verás así», aseguró ayer a Efe -durante la presentación de la muestra- el director de la pinacoteca, Miguel Falomir, quien añadió: «hay mucho yonqui del museo que tenía síndrome de abstinencia; esto es puro Prado en vena».
La exposición estará abierta hasta el 13 de septiembre, cuando el museo prevé volver a la normalidad y abrir todas sus salas, aunque se mantendrán las medidas de seguridad.
Los visitantes deben acceder con mascarilla, tomarse la temperatura antes de acceder y limpiar los pies en un felpudo antibacteriano. La visita es individual pero puede hacerse en grupos de hasta cinco personas si son familias o amigos, no hay consigna, audioguías, ni folletos disponibles.
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