Libreros, editores y distribuidores integran esta comisión que debatirá si se mantiene la convocatoria tras analizar las cifras de los profesionales interesados en asistir a este evento, que se había retrasado a octubre después de suspenderse su celebración inicial, prevista para la primera quincena de junio.
Fuentes de la comisión han señalado a Efe que se agotan los plazos para tomar una decisión sobre si se sigue adelante con la organización de la feria y han explicado que en la reunión se valorarán todas las posturas y las previsiones para tomar una decisión.
A finales del pasado mes de abril, el director de la Feria del Libro, Manuel Gil, se dirigió por carta a los participantes para explicarles el escenario que se contemplaba para la celebración en octubre de una «feria segura» con medidas como desinfección de casetas y pabellones dos veces al día, arcos de medición de temperatura, control de acceso y limitación de aforo, y medidas extremas de distanciamiento social.
Una feria que ha sido declarada por el Ayuntamiento de Madrid «Bien de interés general de la ciudad de Madrid» y cuyo lema para este año es «La Cultura en pie».
Los protocolos de seguridad contemplados precisan un rediseño de la feria para poder acotar espacios en los que poder implementar las medidas, un planteamiento que fue discutido con empresas de infraestructuras y tecnologías.
En ese documento remitido por Manuel Gil se contemplaba otro escenario como era la celebración en las mismas fechas de una feria virtual.
Estrella Digital