«El formato digital ha llegado para quedarse», ha dicho el director del festival literario, Ángel de la Calle, en el acto de clausura celebrado este domingo.
Durante diez días, entre el 3 y el 12 de julio, se celebraron decenas de actividades culturales, con público limitado por las medidas de seguridad implantadas, que fueron transmitidas en directo por «streaming».
España, Argentina, Estados Unidos, Italia y México han sido, en ese orden, los países donde se ha registrado la mayor cantidad de público en las emisiones telemáticas, según ha informado el director.
El periódico diario «A quemarropa», órgano oficial de la Semana Negra, ha sido editado este año por primera vez en formato digital, al no poderse imprimir en papel, como ha sido tradición desde 1987.
Desde la primera edición, la Semana Negra de Gijón se celebró al aire libre en medio de una feria de atracciones que cada año recibía varios centenares de miles de visitantes, pero este año ha quedado reducida a un espacio interior y a una pequeña feria del libro con dieciocho puestos de venta.
De la Calle ha destacado el esfuerzo de logística que la organización ha tenido que hacer para sacar adelante un festival en un momento en que «empeoró todo para todos».
«A pesar las circunstancias excepcionales, se ha logrado juntar más talento literario en esta ciudad que en cualquier otro lugar del mundo», ha dicho.
De la Calle ha asegurado no saber lo que va a pasar en el futuro, porque no tiene la «bola de cristal», pero la intención es «volver a ser el festival masivo, callejero, popular y reivindicativo» que ha sido siempre.
En el acto de clausura, la alcaldesa de Gijón, Ana González, ha agradecido a los responsables del certamen por «haber seguido adelante» a pesar de las duras condiciones y de la incertidumbre por la COVID-19.
La regidora ha reivindicado el papel de la Semana Negra como un elemento que permite que la ciudad de Gijón sea conocida fuera de España, no solo por sus atractivos turísticos y gastronómicos.
González ha criticado a los partidos políticos de la oposición en el Ayuntamiento que cada año reclaman que se reduzcan las subvenciones al festival.
La primera edil ha asegurado que «por razones ideológicas no les gusta la Semana Negra», pero «vamos a seguir combatiendo ideológicamente para que Gijón siga siendo la capital mundial de la literatura».
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