Las cuentas discoidales no superan los 4 milímetros de diámetro y han sido halladas en un pequeño divertículo durante los trabajos que se desarrollan al amparo del Proyecto General de Investigación de la Cueva y por el Instituto de Investigación de la Cueva de Nerja.
Algunas de las cuentas se disponen como si aún estuvieran ensartadas en el hilo, prácticamente en la posición en que fueron depositadas acompañando al difunto, posiblemente en algún momento del Neolítico.
¡Nuevo hallazgo en la #CuevaDeNerja, posiblemente del #Neolítico! ➡️Gracias al trabajo de nuestro Instituto de Investigación se han localizado varias cuentas de mármol que pertenecen a un collar. Estuvieron bañadas en pigmento rojo y son perfectamente circulares. pic.twitter.com/m5bM2TUWst
— Cueva de Nerja (@CuevadeNerja) July 28, 2020
El propietario del collar pudo ser un niño a juzgar por algunas piezas dentarias y huesos de la mano hallados junto a las piezas circulares y que también aparecen teñidos de colorante rojo.
Dibujadas en la pared, junto a los restos del enterramiento y su ajuar, hay dos líneas oblicuas trazadas igualmente con pigmento rojo, así como marcas de esta pintura que «sean coetáneos o no, podrían formar parte del repertorio paleolítico y revelan una fuerte carga simbólica de las manifestaciones rupestres», según la Fundación.
La Cueva de Nerja, en toda la extensión de las galerías bajas, abiertas a la visita pública, funcionó durante gran parte de la Prehistoria Reciente (Neolítico y Calcolítico) como espacio para desarrollar actividades funerarias.
Desde su descubrimiento, uno de los aspectos que mayor atención mediática tuvo fue el uso de la cueva como necrópolis.
De hecho, los jóvenes descubridores detuvieron su primera exploración en la sala de los Fantasmas, sobre dos esqueletos fosilizados cuya datación podría concordar con las últimas ocupaciones de la cueva.
Estrella Digital