«Hemos representado un funeral haciendo un símil con la situación que vivimos, que es agónica y crítica, porque si no termina de haber ayudas, estamos abocados a la desaparición completa del sector», ha alertado a Efe Ana Alonso, una de las portavoces de la plataforma convocante, Alerta Roja.
Entre plañideras, féretros, coronas de flores e incluso alguna parca se ha desarrollado dicha escenificación en las ciudades de Albacete, Alicante, Almería, Barcelona, Bilbao, Castellón, Córdoba, Granada, Madrid, Málaga, Palma de Mallorca, Oviedo, Santiago de Compostela, Sevilla, Segovia, Tarragona, Valencia, Valladolid y Zaragoza.
Como sucediera en la marcha celebrada el pasado mes de septiembre, los participantes de negro riguroso han portado bajo una marcha fúnebre los típicos baúles de equipo técnico o «flightcases», convertidos en ataúdes, en cuyo interior han depositado papeles con las profesiones en riesgo de desaparecer.
«Hace ya más de 9 meses que la pandemia que arrasa el mundo entero estalló de lleno sobre nuestras vidas y nuestro sustento. Más de 9 meses viviendo en una agónica carrera de supervivencia que está poniendo en peligro la forma de vida de cientos de miles de familias del sector de los eventos y espectáculos y a toda la cadena de valor», ha subrayado el comunicado leído al término de las movilizaciones de hoy.
Los representantes de Alerta Roja, que en los últimos meses y tras aquella primera llamada de auxilio llegaron a reunirse con el ministro de Cultura, José Manuel Rodríguez Uribes, y con la de Trabajo, Yolanda Díaz, han denunciado sin embargo «las promesas incumplidas» en esos encuentros y no haber sido recibidos aún en el Ministerio de Seguridad Social.
«La sensación que tenemos es que en un primer momento hubo esas llamadas y conversaciones, pero después en el trabajo posterior no ha habido interlocución. Cero es cero. Hemos intentado establecer comunicación y nada», ha lamentado Alonso.
En ese sentido, la plataforma ha señalado que la negociación «ha funcionado mejor en los ámbitos autonómicos, provinciales y locales que en el plano nacional, sobre todo en comunidades históricas como el País Vasco, que está abriendo las puertas y queriendo hacer cosas concretas».
Sin un recuento aún oficial sobre el número de empresas cerradas a causa de las restricciones impuestas por la Covid-19, se ha puesto el foco asimismo en la «fuga de talento» del mundo de los espectáculos y los eventos a otros sectores donde sí hay actividad actualmente.
Para Alerta Roja, la máxima prioridad ahora mismo es establecer un plan de contigencias para el año que viene que defina un marco de certeza. «Porque la incertidumbre es una de las peores cosas a las que nos enfrentamos», ha destacado Alonso, para lo que ha pedido al Gobierno «mayor flexibilización fiscal o laboral».
En concreto, se exige que se reconozca el sector «en toda su cadena de valor, con todas sus particularidades, especialmente la intermitencia de la actividad», y una sensibilidad mayor respecto a las prestaciones, subsidios y ceses de actividad de sus profesionales, que sufren en su opinión «un agravio comparativo con otros colectivos».
Otras peticiones pasan por la homogeneización de las recomendaciones entre Gobierno y comunidades autónomas respecto a aforos, autorización de entradas y demás cuestiones modificadas por la actual situación.
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