Con dicha obra, escrita por Manuel Martínez Velasco y dirigida por José Carlos Plaza, la actriz vallisoletana vuelve a los escenarios, con un personaje del que asegura: “No tiene nada que ver conmigo, ni tengo agorafobia ni los problemas que tiene Isabel Chacón”.
Aunque confiesa que al igual que Isabel Chacón (el personaje de la obra), ella también quiere vivir de la lectura, “la cultura salva a Isabel Chacón». «Como nos salva a todos -añade-; es lo que nos hace salir adelante”.
El nombre del personaje al que da vida, Isabel, es porque le gustan los nombres que terminan en “l”, y el apellido también tiene su historia: “Mi madre, cuando vivíamos en Marruecos, escribía libros y los firmaba como María Emilia Chacón, por eso el apellido del personaje”, ha desvelado.
En la obra, un monólogo, la actriz encarna a una exitosa escritora agorafóbica que se enfrenta a la decisión más importante de su vida, en la que se muestran los miedos, fantasmas y traumas que le han llevado a la encrucijada en la que se encuentra.
“Al público no se le pueden contar tristezas, aunque la obra sea dramática; hay que conquistar a la gente para que venga al teatro”, asegura la actriz.
Concha Velasco ha confesado también lo que haría si le tocase la lotería: “Si me tocase la lotería, invitaría a la gente a venir al teatro”.
“He vivido muy mal la pandemia; soy una persona que está acostumbrada a besar y abrazar a la gente y a dormir con mi nieto, y la soledad la he llevado mal”, ha lamentado la actriz, a lo que ha añadido que se ha visto también con problemas económicos: “Al no poder hacer rodajes, no hay dinero, y he tenido que vender cosas de casa”.
Ha desvelado además que casi no puede viajar a Bilbao porque ha tenido que ser operada de una peritonitis que le invadió la pleura. «Eso me dejó unas secuelas y yo le decía al médico: ¡pero a Bilbao voy como sea!”. EFE
A.M.