Es un camino que ya conoce la productora cinematográfica, que agarró la estatuilla en esos mismos premios en 2017 como responsable de «Decorado», galardonada en la categoría de mejor cortometraje de animación.
Cara visible de Abano Producións, debuta en la dirección con «Valentina», cuyo estreno será el 10 de diciembre.
Aunque dice que se ha metido «en un fregado importante», la ferrolana afronta este ciclo «con mucha ilusión» y con «muchísimo trabajo».
Para lanzar este trabajo ha echado una mano «bastante gente», algo importante, dice, porque ha sido «bastante complejo» en tiempos de pandemia.
Esa labor coral le lleva a hablar de una «autoría compartida» en una obra que lleva «muchísimos años fraguándose».
«Era necesario ver una película como esta, llevaba años buscando a alguien que quisiera hacerla», sostiene Loureiro, que acabó por lanzarse a la piscina. Al verse «muy cerca de la jubilación», decidió que antes de su retirada quería «ver esta obra».
Y se puso «mano a mano» con su hija, la actriz Lúa Testa, para escribirla: «Nos pusimos hace cinco años, la financiación también lleva mucho tiempo; son obras muy costosas».
La historia de «Valentina» tendría que estar «terminada ya el año pasado», pero la directora afirma que el estallido de la pandemia de la covid-19 «hizo un estrago muy grande».
Incidió en su «línea de flotación» y el teletrabajo no era la opción válida: «Fue muy duro tener que parar las máquinas, era muy complicado trabajar desde la distancia».
No en vano, una de las grandes impulsoras del audiovisual gallego resalta que en «la animación se puede teletrabajar, pero el resultado no es el mismo».
Chelo Loureiro dice que todos «los trabajos creativos se nutren de la colaboración», de las ocurrencias de cada miembro del equipo. Esas aportaciones son muy importantes en este filme, que tiene un mensaje muy definido, la «necesidad de que la igualdad que tanto pedimos sea real».
Su protagonista, con síndrome de Down, sirve para poner «el foco en las capacidades, unas más y otras menos visibles».
No deja de ser el relato de «una niña que quiere conseguir su sueño», que se «respeten las diferencias porque todos somos diferentes».
Ahora espera al veredicto del colectivo infantil, el público más exigente, pero también el de un público de edad avanzada que puede sentirse identificado.
«Cuando nos hacemos mayores, también nos tratan como si fuésemos niños, con apelativos cariñosos», apostilla.
Loureiro no descuida que hay «gente que no sabe acercarse» a personas con discapacidad y ahí reside otra premisa de «Valentina»: la educación.
Se ha rodeado Loureiro de otro ferrolano, el cantautor Andrés Suárez, y de Emilio Aragón para la película: «La parte buena de cumplir años es que conoces a mucha gente; Andrés es amigo de Lúa desde niño, está entusiasmado».
Y Aragón, «enorme compositor», participa en el que enmarca como «mi minúsculo homenaje a Miliki, uno de los artistas más completos que existió». EFE
A.M.