En una entrevista que publica este lunes El Periódico, Iceta asevera que como barcelonés piensa que esta decisión es un error. «No añadiría mucho más. Me acuerdo de la campaña que hizo el PSOE cuando la OTAN: ‘De entrada, no’. Pues yo creo que ante un proyecto de la envergadura del Hermitage hay que decir: ‘De entrada, sí’. Luego ya veremos.»
A su juicio, «se ha puesto el ‘no’ por delante demasiado pronto. Es verdad que puede haber problemas de ubicación, de comunicación, de saturación museística … pero no hubiera desechado de entrada esa posibilidad».
Iceta, por otra parte, se pronuncia sobre la cuestión del audiovisual y las diferencias en este terreno que existen actualmente entre Madrid y Barcelona.
Para el ministro, «sin duda hay un terreno que Cataluña ha perdido y Madrid encabeza esa batalla ahora. Madrid ha tenido un ‘boom’ económico importante en los últimos años. Hay quien piensa que es por el efecto capitalidad, hay quien piensa que es por su especial relación con América Latina…Seguro que no hay un solo factor».
Entiende que en Cataluña ha habido durante varios años una «percepción de inestabilidad y de mirar más hacia dentro que hacia fuera», pero «nada es irreversible. Creo que en Cataluña serían muy positivas estabilidad y una actitud claramente favorecedora de la inversión. Cataluña tiene un gran potencial en el terreno audiovisual y ha de aprovecharlo. En competencia y en colaboración».
A la vez, ha avanzado que los fondos europeos deben servir también para fomentar proyectos en este ámbito y ha mostrado su convencimiento de que «habrá grandes proyectos audiovisuales catalanes que saldrán adelante. En vez de lamentarse lo que hay que hacer es dedicar más recursos a la producción propia para no limitarnos a ser consumidores de productos ideados desde otras pautas culturales».
Ha abogado por que haya una «coexistencia feliz» entre salas de cine y plataformas de ‘streaming’, aunque confía en que después de la pandemia la gente vuelva a las salas.
En la entrevista tampoco obvia el sector editorial y las librerías y asevera que si solo hubiera grandes plataformas de distribución y no quedaran ya librerías «habría autores, libros y hasta géneros que desaparecerían».
Sobre la Biblioteca Pública del Estado en Barcelona, un proyecto que se arrastra desde hace más de veinte años, Miquel Iceta prevé que en 2023 se ponga la primera piedra y que en 2027 esté terminada «si nada se tuerce» y deja caer que habría que bautizarla porque «Biblioteca Pública del Estado en Barcelona…».
En este punto, solo desvela que tiene una opción, pero que se la reserva para más adelante. «Puedo avanzar que me gusta la poesía», desliza ante este equipamiento, que ve como un «templo de los libros» que la ciudad se merece.
«Cuando lo tengamos ya podremos criticarlo. Prefiero que se critique lo ya hecho que los retrasos eternos», precisa el ministro. EFE
A.M.