Silvia García Herráez
Madrid, 7 jul (EFE).- Los Secretos han irrumpido este martes para ofrecer un concierto benéfico a todas aquellos sanitarios que han estado al pie del cañón en esta pandemia y romper así el fatídico silencio que cayó en el recinto ferial de Madrid, IFEMA, desde que se decretó el Estado de Alarma y sus pabellones se convirtieron en un auténtico hospital de campaña.
Corría el primer fin de semana de marzo cuando bajo el techo de los numerosos pabellones del recinto ferial se congregaba una multitud de personas visitando sus diferentes exposiciones, entre ellas, ARCO. Todas ellas ajenas al desbordamiento de contagios que desatarían en los próximos días y que llevaría al país a un estado de alarma con su confinamiento y cancelación de todo tipo de eventos.
Unos 127 días después, el público ha vuelto a llenar los rincones del recinto ferial en el marco de eventos “Abre Madrid” para escuchar música en vivo y en directo, aunque con unas condiciones muy diferentes, sentados en mesas, separados y con un aforo reducido a 800 personas. 800 personas que en esta ocasión son “muy especiales”, ya que son parte de ese equipo sanitario que ha hecho frente al Coronavirus.
“Esta vez vamos a cambiar las tornas y lo que vosotros nos hacéis a nosotros al final del concierto (aplaudir) os lo vamos a hacer nosotros ahora porque os lo merecéis”, ha apuntado Álvaro Urquijo, vocalista y guitarrista del grupo antes de dar comienzo el concierto haciendo una reverencia al público.
Los Secretos presentan su gira “De Vuelta” con su actuación exclusiva para el personal sanitario y el voluntariado de Cruz Roja, a la que tan solo se ha podido acceder por invitación de la organización. Aunque, como novedad añadida, la gente desde sus casas también ha podido seguir el desarrollo del concierto pagando 9 euros por el acceso al “streaming”.
Bajo estas circunstancias, el concierto ha arrancado puntual a las 22:00 horas con toda la banda sobre el escenario para brindar al público de sus canciones más emblemáticas durante casi dos horas de duración.
“Estamos muy nerviosos por esto, es como si fuera el primer día que nos subimos al escenario después de tanto tiempo sin tocar (…). Volver a ser un niño es lo que quiero esta noche y lo que llevo deseando desde que acabó el confinamiento”, apuntaba Urquijo antes de dar comienzo a sus míticas canciones “Volver a ser un niño” y “La calle del olvido”.
Más melancólicos se han puesto cuando han entonado “Si pudiera parar el tiempo”, ya que se la han dedicado a todos aquellos cantantes que nos han dejado estos últimos años, entre ellos el hermano del vocalista y del que fuera guitarrista del grupo, Enrique Urquijo.
En el meridiano del concierto, los componentes del grupo de pop rock que saltó a la fama en los años 80 y que la sigue manteniendo en la actualidad, se han levantado de las sillas y se han “venido arriba” con las famosas canciones: “Pero a tu lado”, “Buena chica” y “Gracias por elegirme”.
“¡Otra otra, queremos muchas más!” vitoreaba el público sanitario aplaudiendo y silbando -enloquecido por el buen clímax que se había creado en uno de los escenarios del recinto ferial- cuando los artistas hacían una pequeña pausa para descansar o beber agua.
Aunque, sin lugar a dudas, la canción que ha conseguido levantar a los 800 asistentes de sus asientos para ponerles a bailar y a saltar (siempre dentro de su parcela de seguridad) es la de “Déjame”, canción que el vocalista ha señalado que es “más vuestra que nuestra”.
Los Secretos no han querido despedirse sin agradecer de nuevo la “valiosa y fundamental” labor del equipo sanitario, y no solo ahora durante la pandemia, si no en todas las ocasiones que la gente los “ha necesitado”: “Nos vemos pronto y salud para todos”, acababan. EFE
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