La Catedral gótica de Palencia reabre sus puertas a los visitantes transformada para la muestra «Renacer», una experiencia relacionada con el VII centenario de este monumento que apela a las emociones mediante un relato en torno al propio templo, su arquitectura, su historia y su riqueza artística a través de 160 obras, algunas procedentes de grandes museos españoles.
«Es una catedral trasformada, mostrada de una manera distinta para verla y sentirla», ha afirmado este jueves el delegado diocesano de patrimonio, José Luis Calvo, durante una visita con medios de comunicación previa a la inauguración oficial, que tendrá lugar mañana viernes.
Con esta muestra, que podrá visitarse hasta diciembre, se cierran los actos de celebración del VII centenario de esta catedral gótica, pero sin olvidar que «tiene una historia que se remonta 1.400 años atrás y que es la tercera catedral más grande de España y la única de Europa con una cripta visigótica, del siglo VII», como ha recalcado José Luis Calvo.
Ignacio Vela, el arquitecto responsable del diseño expositivo, que ha acompañado a los medios de comunicación durante el recorrido, ha subrayado la apuesta de la Diócesis de Palencia por esta muestra que «ha tratado de transformar la catedral para mostrarla de otra manera» y ofrece una «gran oportunidad» para que los palentinos se identifiquen con la catedral y los visitantes empiecen a valorar la importancia del templo.
«No se trata de una exposición de arte dentro de la catedral, sino de exponer la catedral misma complementada con grandes obras artísticas», ha explicado Vela.
Por ello el núcleo de la exposición son obras de la propia catedral que se complementan con «magníficas obras» procedentes de la diócesis y de grandes museos.
En conjunto, arman un relato que invita al visitante a detenerse en los espacios más significativos y en otros apenas conocidos de la Catedral, en un recorrido jalonado por cerca de 200 destacados elementos arquitectónicos, piezas artísticas y documentos que se integran en el discurso expositivo a lo largo de siete capítulos.
En medio de una escenografía construida con elementos textiles, el espectador descubrirá rincones que habitualmente no se muestran en las visitas, como la sacristía o algunas capillas y recapillas, y verá de otra manera determinadas partes del templo, como las capillas de la Virgen Blanca, de los Reyes, del Sagrario, el crucero, la Capilla Mayor, el coro y el trascoro.
Todo ello entre obras de arte propias —en su lugar habitual o en un nuevo emplazamiento para la muestra— y de la Diócesis, con aportaciones de parroquias de la provincia, incluidas obras de la Colección Fundación Grupo Siro; así como una selección de creaciones vinculadas de alguna manera a la Catedral y cedidas por prestigiosas colecciones españolas.
Entre estas últimas se encuentran «El Redentor», del Greco (Catedral de Toledo), que acompañará al «San Sebastián», del mismo autor conservado en la seo palentina; «La resurrección de Lázaro», de Juan de Flandes (Museo del Prado); «San Juan Bautista», de Alejo de Vahía (Museo Frederic Marès de Barcelona) y «Triple Santa Ana», de Gil de Siloé (Catedral de Burgos).
También figuran la tabla anónima «La Fuente de la Gracia» (Catedral de Segovia), «El hermano Marcelo», de Victorio Macho (Real Fundación de Toledo); «El Salvador», de Pedro Berruguete (Museo Goya—Colección Ibercaja-Museo Camón-Aznar), y la «Anunciación», de Fernando Yáñez (Real Colegio Seminario del Corpus Christi—Museo del Patriarca, de Valencia).