18.000 litros de whisky podrían tumbar cualquier boda gitana. Ahora sólo me viene a la cabeza pensar si las truchas se emborrachan. Las del río Leven, Escocia, seguro que sí. Además tienen buen gusto.
Trabajadores de la destilería de Chivas en la localidad escocesa de Dumbarton vertieron accidentalmente 18.000 litros del preciado licor al río Leven. El vertido se produjo mientras el personal de la fábrica procedía a una operación de limpieza rutinaria de los tanques donde se almacena el whisky de malta. «Lo más fuerte de todo es que nadie se dio cuenta hasta las 11 de la mañana», cuenta un testigo a un medio británico, cuando los habitantes de Dumbarton dieron la voz de alarma por el intenso olor a licorería.
«Fue como si alguien abriera el tapón y el líquido empezó a salir a borbotones», relata el mismo testigo trabajador de la fábrica, «sucedió durante el cambio de turno de la noche, cuando las cubas se limpian para intercambiar diferentes productos. En lugar de verter el agua y el producto de limpieza, abrieron el grifo del whisky».
Chivas Brothers, que fabrica las conocidas marcas Chivas y Ballantine’s, lanzó un comunicado a la compañía local de aguas y ya ha iniciado una investigación para dar con los culpables. «Alguien va a perder su trabajo», ha adelantado un portavoz de la compañía al periódico de Dumbarton, «rodarán cabezas».
Si echamos un simple cálculo, el litro de Chivas en España (dónde el alcohol es considerablemente más barato que en el resto de Europa) cuesta algo más de 32 euros. Si lo multiplicamos por 18.000 (los litros fugados), el resultado da cerca de 580.000 euros.