Luis Briz, el hombre de 34 años autor confeso de la muerte de sus padres y su hermana en el municipio sevillano de Dos Hermanas, ya había sido detenido en 2003 por un delito de resistencia y su familia había presentado varias denuncias por desaparición de su domicilio, habiendo sido señalado por la Policía como «persona enajenada desaparecida», según han confirmado fuentes policiales a Europa Press.
El homicida, que se entregó en la tarde del pasado viernes, ha sido puesto a disposición judicial este domingo y ha declarado en el Juzgado de Instrucción número 3 de la localidad nazarena.
Este sábado, agentes de la Policía Nacional se dirigieron con el presunto homicida al lugar de los hechos, el número 10 de la calle San José de Dos Hermanas, para realizar una segunda inspección ocular, según han confirmado las mismas fuentes policiales, que han descartado que se realizase una reconstrucción de los hechos.
Familia con nivel económico «medio-alto»
Según han informado fuentes cercanas al caso, el supuesto autor del crimen acabó con la vida de sus padres y su hermana sirviéndose de un arma blanca, y posteriormente limpió la escena del crimen y reunió los cuerpos para cubrirlos finalmente con una manta antes de entregarse en los juzgados mixtos de Dos Hermanas.
Se trataba de una familia con un nivel económico «medio-alto» que le permitía vivir en una casa unifamiliar del centro de la localidad. Aunque eran originarios de Ávila, llevaban «más de 30 años» en Dos Hermanas. El alcalde, Francisco Toscano (PSOE), ha explicado que el padre del supuesto autor del crimen se encontraba ya jubilado después de haberse dedicado a actividades comerciales en la localidad.
De igual modo, Toscano ha apuntado que tanto el ahora detenido como su hermana contaban con estudios universitarios. Ella era abogada y él cuenta con «un coeficiente intelectual superior a la media» e incluso se encontraba actualmente estudiando un posgrado, según la información que maneja el regidor nazareno. Además, ha señalado que padecía un trastorno mental que podría tener un origen genético, de forma que no sería el único miembro de la familia en sufrir una patología así.
El primer edil ha señalado que la intención del equipo de gobierno que encabeza es mantener las banderas a media asta hasta que se oficie el entierro de las tres víctimas del crimen, algo para lo que aún no hay fecha fijada.