La Guardia Civil ha detenido a un hombre de 45 años sospechoso de matar a su esposa de 46 años, descuartizarla y posteriormente encargar a una empresa de incineración de animales que calcinara los restos al asegurar que eran de un «perro de gran tamaño».
El detenido regenta una clínica veterinaria en la localidad alicantina de Benijófar y contactó con la empresa que habitualmente incinera los animales sacrificados en su negocio.
La compañía de incineración de animales recogió dos días después del supuesto homicidio los restos de la mujer en bolsas y no comprobó el contenido, ya que el detenido es un cliente habitual.
En un comunicado, la Benemérita relata que en la mañana del pasado viernes 5 de abril un varón se personó en el Puesto Principal de la Guardia Civil de Almoradí, exponiendo que en la madrugada del jueves 28 de marzo, encontró a su mujer fallecida en el interior de la clínica.
El detenido aseguró a los agentes que la muerte de su mujer se habría producido por la ingesta masiva de medicación que se hallaba en el establecimiento, y que habría intentado reanimarla, sin éxito durante varias horas.
Tras la realización de las investigaciones, las labores técnico-policiales oportunas y la instrucción de las diligencias, el detenido pasará a disposición de la Autoridad Judicial.