La medida que afecta a los días 11 y 12 de junio ha sido adoptada por el Ayuntamiento de la localidad desde donde se asegura que esta mujer es «la última víctima mortal de violencia machista» en el país.
Hay que recordar que la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil trabaja con esa como la principal hipótesis del suceso, si bien se está a la espera de los resultados de la autopsia practicada ayer a los cadáveres para confirmar al cien por cien este extremo.
Hoy mismo, el Consistorio ha hecho público el expreso deseo de la familia de esta mujer de que «no se difundan imágenes de la misma, que se eviten comentarios en redes sociales, que no se realice ningún tipo de acto de repulsa, y en la medida de lo posible, preservemos su intimidad por el bienestar del hijo menor de la víctima, y respetemos su dolor».
Los cuerpos de la pareja fueron hallados en la mañana del pasado sábado a la entrada de la vivienda, situada en un núcleo ubicado a seis kilómetros del casco urbano principal del municipio onubense.
El hombre, E.L., tenía 53 años, era periodista del diario portugués ‘Jornal do Algarve’ desde que abandonó su país y se mudó a España; mientras que ella trabajaba en una floristería en la calle Enrique Villegas, junto al centro de la localidad.
La pareja deja un hijo de cuatro años que se encuentra custodiado por su abuela materna, que a su vez está con una familia amiga de los fallecidos.
La pareja estaba separada y el marido acudió el sábado a la vivienda donde se encontraba la mujer alrededor de las 7:30 horas y se produjo una discusión entre ambos; sobre el caso se ha decretado el secreto de sumario.
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