Según la Asociación Profesional de Funcionarios de Prisiones (APFP), el interno amenazó a uno de los funcionarios con traerle tabaco o «terminar en el hospital».
Ante la negativa del funcionario, empezó a golpear las puertas del rastrillo del patio destrozándolas y arrancando los cristales, insultando y amenazando de muerte a los funcionarios allí presentes.
El Jefe de servicios intentó calmarlo dialogando con él, pero el interno siguió rompiendo las puertas y arrancando más cristales, y con el fin de que no se autolesionase, se ordenó la entrada con el equipamiento de protección, que «con gran profesionalidad» se consiguió reducir al interno siendo lesionados cuatro de los funcionarios intervinientes.
Fuentes de instituciones Penitenciarias han confirmado a EFE los hechos, que se produjeron la tarde de este domingo en el módulo de régimen cerrado cuando el interno estaba en el patio y se mostró agresivo tras exigir a un funcionario que le diera tabaco.
Tras intentar que se calmara, los funcionarios se pusieron los protectores para reducir al preso, que se mostraba muy agresivo y portaba cristales de la puerta que había roto, y mientras intentaban reducirlo, los cuatro funcionarios «resultaron lesionados de forma leve» y tras ser atendidos siguieron trabajando, según las fuentes.
Al preso se le aplicó la medida de aislamiento y de forma temporal se le impuso la sujeción mecánica (esposas) hasta calmarlo, según Instituciones Penitenciarias, que han indicado que los funcionarios «actuaron correctamente» para reducir al interno, que se mostró muy agresivo.
Este interno es el mismo que agredió a 9 funcionarios en Estremera en Enero, y 5 en Abril en Puerto 3, según la Asociación, que afirma que estas situaciones «son cada día más frecuentes en los centros penitenciarios sin que el Ministerio del Interior ni la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias pongan medios técnicos para ayudar a disuadir y solventar situaciones violentas de este perfil de internos».
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