Las detenciones se han registrado esta mañana después de recibir este miércoles una denuncia por una presunta agresión sexual, de la que el departamento vasco de Seguridad no ha dado más detalles, ocurrida durante la noche del pasado día 4 en la localidad.
Este nuevo caso de agresión sexual a una mujer ha provocado la repulsa del Ayuntamiento de la localidad y colectivos feministas, así como de más de un centenar de personas que se han concentrado en el centro de Barakaldo para condenarla y reclamar un municipio libre de agresiones.
Los concentrados han permanecido quince minutos en silencio tras una pancarta con el lema “Erasorik ez erantzunik gabe” para mostrar su rechazo y condena a la agresión sexual ocurrida en una vivienda de la localidad durante la noche del pasado día 4.
En un comunicado leído al término de la concentración, el Grupo Anteagresiones de Barakaldo ha condenado “rotundamente” lo sucedido y ha asegurado que no se trata de “un caso aislado” ni es “un conflicto privado”.
Ha afirmado que “la violencia machista es la consecuencia más grave y extrema de un orden social de dominación y subordinación” y “un problema de toda la sociedad” ha colocado a la mujer en “una posición de desventaja para el ejercicio de sus derechos”.
El Grupo Anteagresiones de Barakaldo ha señalado que es “responsabilidad” de todos que “los agresores entiendan que su actos no quedan impunes y tienen consecuencias” y ha pedido al Ayuntamiento que aporte “los recursos necesarios que garanticen los derechos de todas las mujeres”.
Ha reivindicado “un Barakaldo libre de agresiones” porque las mujeres tienen “el derecho a vivir una vida libre de violencia machista garantizando el derecho de las mujeres a decidir y poder decir no” y “el derecho a disfrutar en igualdad de todos los espacios y ámbitos de la vida”.
Por su parte, el centro asesor de la mujer Argitan ha exigido a las instituciones que pongan en marcha “medidas que garanticen la seguridad de las mujeres” porque “de nada sirven las declaraciones y los propósitos si luego esto no se traduce en políticas que de verdad combatan la violencia”.