Así se ha sabido por una carta que ellos mismos dejaron junto a sus cuerpos. Las primeras investigaciones ya habían desvelado que el matrimonio, ambos septuagenarios, había estado despidiéndose de sus amigos en Puente Genil a lo largo de los últimos días, a los que afirmaban que se iban de viaje.
El matrimonio canadiense residía desde hacía más de dos décadas en Puente Genil y se encontraba totalmente integrado en la vida es esta ciudad.
Las primeras valoraciones apuntan, a expensas de las autopsias y otros análisis forenses, a que los cuerpos llevaban sin vida unas doce horas cuando fueron localizados ayer viernes, gracias a la intervención de un vecino que vio al marido en el interior del vehículo y que no reaccionaba a sus llamadas.