En la sentencia, la Sección 23 de la Audiencia impone también dos años y tres meses de prisión para Francisco G., alias «Paco el Loco», por encubrimiento, al tiempo que absuelve del mismo delito a David T. y Alejandra A.
Para el tribunal ha quedado acreditado, en línea con el veredicto de culpabilidad emitido por el jurado, que Javier golpeó con un objeto cortante o punzante a Alberto P. «con ánimo de matarle o representándose que podría matarle, cuando se encontraba desprevenido y sin posibilidad de defenderse».
Los hechos se remontan al 10 de agosto de 2016, cuando ambos se encontraban en la vivienda del acusado. Según el relato de hechos probados, al presentarse en torno a las cuatro de la madrugada David en el domicilio encontró el cuerpo sin vida de Alberto en la cocina y a Javier manchado de sangre, que le pidió que se fuera.
Pudo ver, según la resolución, «un cuerpo tendido en la cocina tapado con una manta con sangre alrededor de la zona del cuello» y Javier C. le señaló que estaba muerto.
David hizo caso a la orden del principal acusado y durante cinco días, de acuerdo con la sentencia, padeció un estrés postraumático fruto de «la escena de terror que presenció en su domicilio, paredes y suelos ensangrentados y un cadáver en la cocina» que le llevó a deambular bajo un estado de confusión por las calles sin poder alcanzar la mínima voluntad para denunciar los hechos.
Fue finalmente el 23 de diciembre el día en que David, hoy absuelto, comunicó los hechos a la Guardia Civil. Si no lo hizo antes fue porque tenía miedo de que la denuncia le acarreara la imputación de un homicidio en el que no había participado.
Según la sentencia, David «no pone en conocimiento de la Guardia Civil la muerte de Alberto P. aun teniendo sospechas de su origen ilícito, porque así se lo dice Javier C., por estar sumido en un miedo insuperable», eximente que se le ha aplicado.
Por la mañana, Javier telefoneó al también condenado Francisco con el objetivo de que le prestara ayuda para ocultar el cuerpo de la víctima, trasladado por ellos a un lugar desconocido, antes de que el primero pintara en dos ocasiones la vivienda para ocultar los vestigios del crimen.
La Fiscalía solicitaba para Javier 13 años y cuatro meses de prisión por homicidio y profanación, que la acusación particular, en nombre de la familia de la víctima, sustituyó por asesinato y elevaba la pena a 40.
Para Francisco y David la petición fiscal era de dos años y tres meses, que la abogada de la víctima reclamaba subir a tres e incluir a Alejandra, finalmente absuelta de encubrimiento al dar negativo el análisis de ADN en su coche, que conducía junto a «Paco el Loco», en el que habrían podido ser trasladados los restos de Alberto.
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