Según ha informado este jueves la Comandancia de Salamanca, los agentes del Seprona, junto a veterinarios del Servicio Territorial de Sanidad de la Junta de Castilla y León en Salamanca, llevaron a cabo el pasado 12 de diciembre una inspección conjunta en el garaje de Aldeatejada, donde comprobaron las condiciones higiénico-sanitarias en que se llevaba a cabo el tratamiento de los productos alimentarios.
De esta manera, se ha comprobado que varias empresas salmantinas y una de Sevilla remitían jamones y paletas ibéricas al garaje para su corte a cuchillo y posterior envasado en sobres, con los anagramas de los proveedores, para después recogerlos y venderlos al público.
Además, el responsable del garaje compraba jamones, que después loncheaba, poniendo en la etiqueta del sobre el registro sanitario de la empresa a la que le compraba el producto, sin su autorización para la venta con una certificación de la que carecía.
Para realizar el corte a cuchillo de los encargos, los investigados contrataban los servicios de hasta siete cortadores de jamón, dependiendo de la demanda y posibilidades de los cortadores, que contaban en el garaje con todos los elementos para cortar a cuchillo los perniles: siete jamoneros, ocho básculas de precisión, dos envasadoras al vacío, una cámara frigorífica y una cantidad importante de sobres al vacío.
Como resultado de la inspección, se inmovilizaron 1.000 kilos de productos cárnicos entre jamones, paletas y sobres de lonchas de jamón y paleta, procedentes de esas empresas de Salamanca y Sevilla, al carecer de la autorización sanitaria de funcionamiento y realizar el tratamiento de los productos sin ningún control sanitario, en unas instalaciones no aptas para la actividad.
En los días posteriores a la inspección, y con la participación de más agentes de la Guardia Civil y de veterinarios de la Junta de Andalucía en Sevilla, se han retirado del mercado 2.482 sobres de loncheado de jamón y 1.414 sobres de loncheado de paleta, mientras que en distintos puntos de la provincia de Salamanca los veterinarios de la Junta de Castilla y León inmovilizaron una gran cantidad de producto curado.
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