El hombre, J. Conde, que quedó en libertad el sábado tras pasar a disposición judicial y está investigado por la presunta comisión de un delito de robo con fuerza, ha enviado un comunicado a los medios de comunicación en el que insiste que «no cometió ningún delito de robo».
Según su versión, el acceso a la nave situada en el polígono compostelano del Tambre y propiedad de una empresa que se dedica a la venta de material sanitario, «se realizó siempre con autorización» puesto que, dice, era el encargado de vender la nave puesto que la empresa está actualmente en situación concursal.
El investigado también niega que se haya dispuesto de las mascarillas «ni en la cantidad ni en el valor» que se dice, puesto que desde la Policía Autonómica calculan que el valor de lo sustraído asciende a unos 5 millones de euros.
En tanto que se encuentra inmerso en una investigación judicial, el acusado pide que se respete su «presunción de inocencia».
Sin embargo, un jefe de la policía que visitó en la jornada del lunes la fábrica acompañado del vicepresidente gallego, Alfonso Rueda, remarcó que agentes de la unidad policial adscrita a Galicia detuvieron a este empresario que es «sin ningún género de duda el responsable» del robo.
El jefe policial explicó que la operación surgió cuando conocieron la existencia de este material y les pidieron colaboración para intentar recuperar las mascarillas y ponerlas a disposición de los equipos de emergencia.
Una vez obtenido el permiso de los administradores concursales para acceder a la nave se encontraron con las cajas vacías de mascarillas y también de guantes, además de otro material.
En este momento la investigación continúa en Portugal, en colaboración con las autoridades del país luso, ya que los investigadores consideran que el material fue vendido en ese país.
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