El joven, que fue interceptado cuando circulaba en sentido contrario por la carretera PO-531, consiguió darse a la fuga tras escupir a un agente cuando le estaban notificando que iba a ser denunciado por saltarse la cuarentena, por infracción del reglamento de tráfico y por dar positivo en la prueba de detección de drogas.
Dos horas más tarde fue localizado en su domicilio y detenido, imputado por otros dos nuevos delitos: desobediencia grave a la autoridad y agentes y contra el orden público.
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