Según han informado este lunes fuentes policiales, fue en la tarde del pasado sábado cuando la madre y el niño, ambos de nacionalidad española, se registraron en el hostal Levante, situado a escasos cincuenta metros de la plaza de Callao.
Con «absoluta normalidad» completaron el trámite de registrarse en un establecimiento donde nunca habían estado con anterioridad, según ha explicado el dueño del hostal.
Fue la última vez que ambos fueron vistos con vida, ya que, según los testigos, no abandonaron la habitación en las horas posteriores.
En la habitación reinaba el silencio, lo que hizo sospechar a los dueños del establecimiento, que se temían que algo podía haber pasado entre las paredes de la habitación, ubicada en el primer piso del número 6 de la calle Postigo de San Martín.
Ya en la tarde del domingo, los propietarios realizaron una primera llamada a la Policía para advertir de que no tenían noticias de sus huéspedes.
El paso de las horas aumentó su preocupación y esta mañana intentaron, sin éxito, acceder a la habitación. Estaba cerrada por dentro.
Una nueva llamada del dueño del hostal a la Policía movilizó a una patrulla, que se personó en el establecimiento.
Los agentes tiraron la puerta abajo y encontraron los dos cadáveres a las 10:30 horas de este lunes.
La madre estaba ahorcada y el niño tendido sobre la cama con una venda. La progenitora había dejado sobre la mesa una nota de despedida.
No fue necesaria la asistencia del Samur-Protección Civil en el lugar, ya que ambos llevaban varias horas fallecidos.
Las primeras hipótesis apuntan que la mujer, que tenía problemas mentales, terminó con la vida de su hijo y luego se ahorcó, extremo que tendrá que ser confirmado por la autopsia.
Los investigadores, del Grupo V de Homicidios de la Policía Nacional, encontraron en la habitación varios blister de plástico para organizar los medicamentos.
Junto a los cadáveres había restos de pastillas, entre ellas ansiolíticos, que podrían haber sido utilizados por la progenitora para acabar con su vida o con la del pequeño.
En las próximas horas se realizará la autopsias a los cuerpos, lo que arrojará luz sobre las causas de la muerte, en un suceso que recuerda al ocurrido a finales de enero en la localidad de Haro (Logroño) cuando una madre asesinó a su hija, también de 5 años, y después acabó con su vida en la habitación de un hotel.
Estrella Digital