El mando de la Guardia Civil detenido compareció el lunes ante el juez, sin que haya trascendido si declaró o se acogió a su derecho a no hacerlo, y ha ingresado en una prisión madrileña a la espera de que se tramite la investigación, en la que se han estudiado los movimientos del teniente durante varios meses, según las fuentes.
Desde el cuerpo se ha recalcado la sorpresa que este asunto ha provocado en el acuartelamiento, donde el agente lleva más de veinte años de servicio y “nunca ha dado un mal ejemplo”.
Se trata de un mando de la Guardia Civil que pertenece a la Unidad de Seguridad Ciudadana (Usecic), que cuenta con su sede central en Montequinto, en la localidad sevillana de Dos Hermanas.
Las Usecic son unidades de la Guardia Civil constituidas en la cabecera de Comandancia, que funcionan como grupo de respuesta más rápida a cualquier tipo de incidencia, especialmente las relacionadas con seguridad ciudadana.
Suponen un escalón intermedio entre las patrullas rurales desplegadas por los municipios de la provincia y los GRS (antidisturbios de los Grupos Rurales de Seguridad).
Los agentes de este grupo están especializados en su trabajo, y supone un grupo de élite dentro de la Guardia Civil.
Para la detención, los agentes de la Unidad de Asuntos Internos con sede en Madrid se personaron el sábado en el domicilio del guardia civil, situado en el cuartel en el que trabaja, y procedieron a su arresto, para trasladarlo de forma inmediata a la capital de España.
AM