Fuentes cercanas al caso han dicho que el investigado, F.V.M., manifestó al declarar ante los agentes que ello había sido motivo de numerosos enfrentamientos con ella y con otro hermano, ya que les había expresado su temor de que la madre, de 92 años de edad, pudiera quedar infectada.
El detenido declaró que no recordaba cómo habían ocurrido los hechos que llevaron al fratricidio, solo que había discutido con su hermana, G.V.M., una de las dos que se ocupaban del aseo y del cuidado de la madre, y que acto seguido cogió sus ahorros y se dirigió a Cieza (Murcia) para confesarse por lo que había hecho.
Añadió que al encontrar la iglesia cerrada y no localizar a un amigo al que pensaba informar de lo ocurrido, decidió regresar a Murcia, donde escuchó misa en un templo de la capital, además de rezar el rosario y confesarse.
También manifestó que hizo un donativo al sacerdote para que lo hiciera llegar a las familias más pobres de la parroquia.
En otro momento de sus manifestaciones expuso que en principio había pensado abandonar España, aunque finalmente desistió de ello.
En las diligencias policiales declaró como testigo un hermano del detenido, P.A.V.M., quien manifestó que vio cómo este apuñalaba a su hermana, que estaba tendida en el suelo de la vivienda familiar, ubicada en la pedanía murciana de Churra.
El detenido ha sido puesto este jueves a disposición del juzgado de guardia, que decidirá sobre su situación en las próximas horas.
AM