La Guardia Urbana de la localidad tarraconense ha informado en las redes sociales de que la pasada noche fue alertada de la celebración de una fiesta multitudinaria en una masía alquilada con licencia turística.
Una vez en la casa, los agentes comprobaron que no se cumplían las medidas decretadas para frenar la pandemia por el coronavirus y denunció a 33 personas, entre ellas al responsable del alquiler.
La policía constató que los participantes en la fiesta fumaban en pipas de agua, que había una gran cantidad de botellas de bebidas alcohólicas en la casa y que muchas personas estaban sin mascarilla y no respetaban la distancia de seguridad.
Los organizadores de la fiesta, según la Guardia Urbana, cobraban entre 10 y 15 euros por entrar en la misma.
La policía ha informado de que mantiene una patrulla de vigilancia en la masía ya que detectó que algunos de los asistentes a la fiesta huyeron campo a través. Cinco de ellos volvieron a buscar su coche y fueron denunciados entonces.
C.N.