Tanto el agente como el subinspector, a los que se les retiró la placa y la pistola el mismo día de la agresión, se negaron a declarar ante sus compañeros de la Policía en Linares, aunque sí lo hicieron ante el juez, por videoconferencia, desde la Comisaría Provincial de Jaén, a donde fueron trasladados por seguridad al registrarse protestas ante los juzgados donde debían ser llevados.
Los hechos tuvieron lugar el viernes sobre las siete de la tarde en la terraza de un bar de Linares cuando los dos policías fuera de servicio agredieron a un hombre y a su hija de 14 años tras un pequeño encontronazo, mientras eran grabados por varios testigos, que han difundido los vídeos a través de las redes sociales.
El hombre agredido sufre lesiones en la cara, fractura en la nariz, puntos en una ceja y ayer tuvo que volver a ser ingresado en el Hospital San Agustín de Linares por problemas en una córnea, y aunque ha vuelto a ser dado de alta temen que pueda perder visión del ojo.
La menor de 14 años, que salió en defensa de su padre, recibió varios golpes y tiene una fisura en un brazo y un ojo hinchado por un puñetazo.
La Dirección General de la Policía ha comunicado que se les ha abierto un expediente disciplinario en el que se determinarán las sanciones que correspondan a los dos policías.
El cuñado de la víctima ha asegurado a los medios de comunicación que la familia se ha sentido muy arropada por la Policía Nacional de Linares después de lo sucedido y que están satisfechos por que el juez haya ordenado su ingreso en la cárcel.
La decisión del juez llegaba después de la 1:30 de la madrugada, cuando en la ciudad de Linares ya habían finalizado los disturbios que durante horas mantuvieron cercada la comisaría, y que se saldaron con 14 detenidos, entre ellos dos menores, y 20 policías heridos.
Las protestas comenzaron cuando se supo que los dos policías detenidos tenían previsto declarar a las cinco de la tarde de ayer, sábado, en el juzgado de Linares, y decenas de personas se agolparon a las puertas de la sede judicial esperándolos.
Ante el aumento de la tensión, el juez decidió trasladarlos y el enfado entre los vecinos que esperaban ante el juzgado fue en aumento y se produjeron enfrentamientos con la policía, destrozos de contenedores y mobiliario urbano, y posteriormente lanzamiento de objetos contra el edificio de la comisaria, a pesar de que la calles donde se encuentra estaba vallada y escoltada por agentes.
Los disturbios fueron continuos durante horas, hasta las 22.00 horas, cuando varios grupos de jóvenes violentos fueron finalmente disueltos por la Unidad de Intervención Policial. La Policía Nacional ha abierto una investigación para identificar a los participantes en las protestas, ya que ocasionaron daños materiales muy cuantiosos, entre 25.000 y 30.000 euros, según una valoración inicial del Ayuntamiento.
Los 14 detenidos, dos de ellos menores, fueron puestos en libertad a lo largo de la noche, y se les ha abierto un atestado policial que será enviado al juzgado. Ninguno de los policías heridos reviste gravedad. Uno de ellos sufrió un mordisco en la pierna y otro fue atropellado por una motocicleta.
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