La sentencia del juzgado del juzgado de lo penal 14 de Sevilla, a la que ha tenido acceso Efe, condena a Francisca B.E., de 53 años, por un delito de maltrato animal con resultado de muerte, que cometió en octubre de 2015 en Lora del Río (Sevilla) porque su perra de agua se había convertido en «una incómoda presencia».
La condena, que aprecia dilaciones en el proceso no imputables a la condenada, subraya la «crueldad» de la mujer con su mascota por abandonarla varios días en la calle, la «muerte innecesariamente lenta» que le produjo mediante asfixia y que se deshiciera «inhumanamente» de ella solo por «conveniencia«.
Hasta la fecha que arrojó el cuerpo al contenedor de basura, la mujer había cuidado «solícitamente» a su perra ‘Coco’, que tenía un año, aunque pocos días antes la abandonó en la calle porque a su nueva pareja no le gustaba el animal, según le dijo a una de las amigas.
El 13 de octubre de 2015, la condenada ató una gasa alrededor del cuello de la perra y la asfixió, luego la introdujo en la bolsa de basura y dio un rodeo hasta el contenedor para que no le viera una de las amigas, que trabaja en un comercio cercano.
Sin embargo, esta mujer, junto a otra amiga, siguieron a la condenada tras recriminarle el abandono del animal y vieron cómo arrojaba una gran bolsa negra al contenedor, donde comprobaron que estaba el cuerpo aún «caliente» de la perra, que tenía su chip identificativo.
En el juicio, la condenada negó que hubiera causado la muerte al animal y esgrimió que la había regalado a un vecino por un virus canino que padecía pero del que no hay constancia, afirma la jueza que ha dictado la sentencia, que no concede crédito a este argumento y le condena a cuatro años de prohibición de tenencia animal. EFE
M.M.