Ser parte de un asalto que dejó dos víctimas mortales y seis heridos en 1953 acabó con su libertad por casi siete décadas. Nacido en el estado de Alabama en 1938, Joe Ligon fue condenado a cadena perpetua con apenas 15 años tras confesar su participación en aquel robo y homicidio.
Sin embargo, hasta en dos oportunidades Ligon tuvo la posibilidad de ser absuelto. Primero, en la década de 1970, cuando el gobernador de Pensilvania ofreció el indulto a todos los jóvenes involucrados en el caso. Dos de sus cómplices aceptaron, sin embargo, él rechazó la propuesta, pues implicaba libertad condicional, y él buscaba la excarcelación absoluta.
La segunda ocasión en la que a Ligon se le presentó la opción de salir de la cárcel ocurrió en el 2016. En aquel año, la Corte Suprema estadounidense hizo retroactivo el fallo del 2012 que señalaba como ilegal el condenar a un menor a cadena perpetua. Fue sentenciado a 60 años de prisión con libertad condicional, pero la volvió a desestimar.
“Me gusta ser libre”, declaró para el diario The Philadelphia Inquirer. “Con la libertad condicional, tienes que ver a los supervisores de vez en cuando. No puedes salir de la ciudad sin el permiso de los funcionarios de la libertad condicional. Eso es parte de la libertad para mí”, agregó para el mismo medio.
El abogado de Ligon luchó por tres años para conseguir la libertad absoluta que pedía su cliente, hasta que a finales de 2020 le permitieron salir bajo sus propios términos. Así, luego de 68 años tras las rejas, recuperó la libertad que perdió a la edad de adolescente.
Con su padre y hermano ya fallecidos, Joe Ligon tratará de insertarse a la sociedad con el programa para exconvictos Youth Sentencing and Reentry Project, donde buscará compartir con una nueva familia en un hogar temporal.
S.L.P.