La Ertzaintza investiga casi un centenar de casos de «sextorsión», o extorsión a usuarios de páginas de contacto sexuales, denunciados este año en Euskadi, donde esta práctica delictiva ha registrado un aumento notable.
Fuentes del departamento vasco de Seguridad han alertado del incremento de este tipo de delito, en el que, según los casos que investiga la Ertzaintza, los delincuentes extorsionan a sus víctimas para exigirles bajo amenazas el pago de cantidades de dinero que van de 100 a 20.000 euros.
Esta práctica delictiva se comenzó a detectar en Euskadi a mediados de 2019, año en el que se interpusieron cinco denuncias por este tipo de delitos. Sin embargo, el número de denuncias aumentó a 61 en 2020 y a alrededor de 80 entre enero y mediados de agosto de este año. La Ertzaintza recibe una media de tres o cuatro por semana.
El delito de extorsión lo llevan a cabo diversas organizaciones criminales asentadas fuera de la Comunidad Autónoma Vasca, cuyo «modus operandi» consiste en publicar falsos anuncios en páginas web de contactos, en las que se publicitan todo tipo de servicios de carácter sexual.
Los delincuentes se hacen con los números de teléfono de aquellos que llaman interesados en los servicios ofertados.
A los pocos días, los extorsionadores llaman y envían mensajes a esos números de teléfono manifestando ser el responsable de la casa de citas anunciada, y reprochando a las víctimas no haber acudido a un falso encuentro, exigiéndoles por ello el pago por el tiempo perdido.
En algunos casos (según la organización de la que se trate) los extorsionadores amenazan con difundir al entorno de las víctimas que son usuarias de servicios de prostitución con el fin de lograr que se hagan los pagos exigidos.
En otro casos recurren a la amenaza directa advirtiendo de que agredirán a las víctimas si no pagan lo solicitado y acompañando las amenazas con imágenes reales y explícitas de personas fallecidas o malheridas.
En otras ocasiones, los extorsionadores dicen pertenecer a grupos mafiosos para intimidar más a sus víctimas.
La Ertzaintza ha afirmado que, pese a las amenazas, en realidad esas organizaciones no conocen el entorno de las víctimas, por lo que cuando se cansan de amenazar sin obtener resultado, pasan a la siguiente víctima.
Sin embargo, si la víctima acepta realizar un primer pago, automáticamente se suceden nuevas peticiones de dinero.
Ante ello, la Ertzaintza ha señalado a las víctimas de este tipo de delitos que «no se debe pagar en ningún caso» y que se deben poner en conocimiento de las autoridades para perseguirlos.
Estrella Digital