El contenedor con la droga llegó al puerto el 17 de septiembre, momento en el que los agentes, en una inspección rutinaria, observaron que el precinto presentaba indicios de haber sido manipulado, han informado hoy fuentes de la Guardia Civil.
A la vista del lugar de procedencia de la mercancía declarada y de las anomalías detectadas, se decidió establecer una vigilancia discreta sobre el contenedor ante la sospecha de que pudiera contener algún tipo de sustancia ilícita en su interior y que fuera retirada por alguna persona relacionada con la actividad del puerto.
Tras varios días activo, el dispositivo dio resultado negativo, por lo que finalmente se procedió a su apertura e inspección, que dio como resultado la localización de 15 bolsas de deporte superpuestas sobre el resto de mercancía y que contenían las pastillas de cocaína.
El denominado “gancho perdido” o “gancho ciego” consiste en introducir la mercancía ilícita en contenedores de carga legal, sin conocimiento del exportador ni del importador. Para ello, se violenta o modifica el precinto del contenedor para que, personas con acceso a las instalaciones portuarias, que previamente han sido captadas, procedan a su retirada, continuando el contenedor con su tránsito programado. EFE
A.M.